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Diseñando mi camino: Prácticas profesionales – 4 consejos para la mejor experiencia

Las prácticas profesionales son ese momento de la vida de un diseñador en pañales en donde éste da sus primeros pasos en el mundo real. En mi experiencia, todos los estudiantes de diseño deben vivir esto dentro de la carrera, ya que les da un conocimiento más amplio del ámbito en el que se desarrollarán profesionalmente y de lo que conlleva tener un empleo.

Hace un par de meses un despacho de diseño y arquitectura de renombre se interesó por mi, pero solo podían ofrecerme prácticas profesionales no remuneradas, en vez de un empleo de medio tiempo, por mi estatus de “pasante”. Esto detonó en mí una serie de cuestionamientos sobre las prácticas profesionales y si es correcto/ético que una empresa de cualquier giro ofrezca este tipo de arreglos en donde muchas veces el practicante debe poner sus propios recursos para poder adquirir experiencia.

Decidí preguntar a mis colegas y amigos sus opiniones acerca de este tema y la gran mayoría pensamos de maneras similares; si bien es muy valioso aprender en un ambiente real el día a día de un diseñador, las empresas que contratan practicantes deberían tener ciertas atenciones con estos, de manera que todas las partes se vean beneficiadas.

Con toda esta información, recopilé para ustedes los 4 mejores consejos para que tengas la mejor experiencia como practicante.

  1. Decide exactamente qué es lo que quieres aprender

Cuando llega el momento de adentrarse en el ambiente laboral, la mayoría de los estudiantes de diseño ya tienen por lo menos una vaga idea de lo que les gusta y lo que no. Al elegir la empresa, despacho o estudio en donde harás tus prácticas lo primero que debes preguntarte es ¿qué quiero aprender?.

Si lo tuyo es la joyería y estás pidiendo ser practicante en un despacho de interiorismo, probablemente tengas que ordenar un poco tus prioridades. Si bien es bueno tener conocimiento de muchos temas (el conocimiento es poder, decía Sir Francis Bacon), volverte un experto en uno o dos te hará destacar, sobre todo saliendo de la universidad.

Busca esa cosa que te apasiona y de la cual quieres saberlo todo y haz una lista de empresas que hagan justo eso.

  1. ¿Cómo es ser practicante en esta empresa?

Supongamos que hay una empresa en tu lista (la que elaboraste en el punto número uno) que te gusta y emociona mucho. Lo mejor que puedes hacer es investigar con tus colegas lo que saben de ésta. Pregunta a tus profesores, compañeros de clase y conocidos del medio todo lo que puedas: ¿Cómo es una jornada laboral? ¿Qué tipo de gente trabaja ahí? ¿Qué hace un practicante en el día a día? ¿Qué tan involucrados están con el trabajo de la empresa? ¿Solo voy a ser el que hace el café o voy a ser un partícipe activo?

El gremio del diseño en México es muy unido y siempre te vas a encontrar con Fulanito que conoce a Sutanito que trabaja en X empresa. Aprovecha esto para tomar una decisión informada sobre tus prácticas. Vas a pasar mínimo tres meses de tu vida trabajando en ese lugar, lo mejor es que sea lo que tú buscas (o por lo menos lo más cercano).

  1. ¿Me van a pagar?

Esta es de las preguntas más importantes que te debes hacer, pues va ligada a muchos otros factores. Si la respuesta es sí, ¡felicidades, encontraste el boleto dorado!. Si la respuesta es no, tómate el tiempo de evaluar la propuesta.

Haz una lista de los pros y contras de trabajar en ese lugar sin paga. ¿Voy a aprender? ¿Cuento con los recursos para llegar a trabajar, comer, estacionar mi coche, etc.? ¿Vale la pena intercambiar mi tiempo por la experiencia que ellos ofrecen? ¿Puedo encontrar algo parecido pero que sí pague? ¿Hay oportunidad de crecimiento en la empresa? ¿Me ofrecen pagarme de formas alternativas (conocimientos técnicos, cursos, alimentos, etc.)?

Respondiéndote a esto puedes decidir si vale la pena no recibir un pago por tus conocimientos y tiempo. El que los primeros sean “limitados” no quiere decir que no valgan. Valora lo que sabes y lo que puedes aportar, siempre.

  1. ¿Qué pasa después de las prácticas?

La “oportunidad de crecimiento” mencionada en el punto anterior es algo que se debe evaluar. ¿Hay alguna posibilidad de que me contraten al término de mis prácticas? ¿Es eso lo que quiero? ¿Trabajar en ese lugar me va a abrir alguna puerta en el futuro? ¿Cómo afectan mis prácticas a mi futura vida profesional?

Tener un panorama a corto, mediano y largo plazo de tu carrera te mantendrá enfocado en tus metas y evitará que tropieces con los obstáculos que vienen con la incertidumbre.

Parte importante de que disfrutes de tu profesión es que te guste el lugar donde trabajas y que estés seguro que lo que estás generando te hace feliz. Por ello, no hay que tomarnos a la ligera la decisión de dónde y bajo qué términos haremos nuestras prácticas.

Al final del día tenemos la suerte de estar en una etapa de exploración y autoconocimiento, donde tenemos completa libertad de probar cosas que nos ayudarán a pavimentar nuestro camino; ¡aprovéchalo y diviértete en el proceso!

 

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