La tarea de rediseñar un objeto con una penetración cultural tan fuerte como el famoso Chuck Taylor All Star de Converse no es nada fácil. Con casi 100 años de historia, esta silueta es sin duda el calzado más reconocido, comúnmente imitado y nunca fuera de moda, pasando de un zapato deportivo a un icono de la moda entre los jóvenes, artistas y rebeldes de distintas generaciones.

En el 2003 Converse fue adquirido por Nike, quien juega un rol importante en las mejoras del zapatos las cuales se enfocan en confort más que en cambiar la apariencia del zapato. La estructura sencilla de tela con suela y punta de goma se mantiene, mejorando los materiales para hacer el el zapato más fresco y cómodo.

Hay dos cambios masivos en el zapato, ambos dirigidos al comfort. Se ha añadido relleno en las orillas y en la lengüeta del zapato para brindar mejor ajuste, mayor comodidad y evitar que esta se deslice fuera de acomodo.

El rediseño también incluye tecnología de Nike oculta en su interior. El nuevo Chuck Taylor tiene suela Lunarlon para amortiguar el pie y dar soporte al arco. Esta es una de las tecnologías más populares de Nike y ya ha sido empleada en otras colaboraciones como los zapatos Cole Haan.  

Estas mejoras fueron empleadas en ambas versiones del zapato, en bajo y el de tobillo alto. Este nuevo modelo saldrá bajo el nombre Chuck Taylor II y reemplaza el modelo anterior, aunque todavía no se sabe que pasará con las colaboraciones que Converse tiene actualmente con marcas de moda como Missoni, Comme des Garçons y Maison Martin Margiela.

 

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