La historia del Design Thinking
El Design Thinking es una gran herramienta para quienes trabajamos en la industria creativa, pero al mismo tiempo ha llegado a ser controversial. Hace poco, nuestros amigos de Fuera de Contexto hablaron sobre una nueva herramienta, muy similar al Design Thinking, desarrollada por IDEO y sus pensamientos acerca de esta, y ahora toca hablar más a fondo sobre el Design Thinking, su surgimiento y las personas que la han transformado a través de los años para poder entender los pros y contras de esta herramienta.
La metodología de Design Thinking es un acercamiento al diseño que nació alrededor de los años 60’s, y con el paso de los años se ha apropiado de muchas de las mejores herramientas y técnicas de los campos creativos y las ciencias sociales y computacionales. Lo que diferencía a esta metodología es que se puede usar para un gran tipo de proyectos, incluyendo los que son multidisciplinarios, centrados en el humano, y los cuales involucran investigar e idear nuevas propuestas rápidamente.
En los años 60’s, Estados Unidos se encontraba en un momento en la historia donde el diseño de productos y el diseño industrial se empezaban a alejar de las ingenierías y las ciencias, y aunque no lograron separarse por completo, estos primeros pasos le dieron forma a nuestra carrera como la conocemos actualmente. Las materias conocidas como ciencias del diseño, o design sciences, se empezaron a dar a conocer a mediados de los 50s, descrita como Buckminister Fuller como una manera efectiva de aplicar los principios de la ciencia al diseño, buscando que los recursos naturales ayudaran a la humanidad, sin causar problemas ecológicos. Al parecer algo no salió como se planeaba. Buckminister Fuller creó métodos sistemáticos para evaluar, diseñar y resolver problemas. Lo que Fuller desarrolló en los 50s y 60s es similar a lo que conocemos como el Design Thinking por la gran cantidad de expertos en diferentes áreas que lo ayudaban.
Mientras tanto en los países escandinavos se estaba desarrollando lo que conocemos como diseño cooperativo. Lo que hacían era invitar a cualquiera a incorporarse en discusiones sobre el diseño, y en vez de ser selectivos como estaba sucediendo en Estados Unidos, los diseñadores lograron tomar un rol como guías o facilitadores. El diseño cooperativo se basaba en que cualquier trabajador tenía el derecho y deber de participar en estas discusiones sobre el desarrollo y diseño de nuevos sistemas.
Este tipo de diseño se fue convirtiendo en lo que conocemos como Service Design, y muchas de sus prácticas giraban en torno al diseñar haciendo, usando muchos mock-ups, juegos, investigación y diálogo en el proceso, llegando muchas veces a resultados más acordes al área de servicios que de artefactos, siendo entre los 60s y 80s de los primeros bloques de tiempo que se distinguen por el desarrollo de interacciones o softwares – lo no tangible.
La segunda oleada del Design Thinking se dió entre los 80s y 90s, y en resumidas cuentas trató de diferenciar a los creativos de los demás. Fue un momento en la historia del diseño en que muchas investigaciones se centraron en los procesos creativos y cómo los diseñadores llegaban a las ideas que tenían. Durante esta época, los diseñadores estuvieron bajo el estudio de muchos otros, y gracias a estas investigaciones luego se pudo abrir las puertas para que otras carreras usaran técnicas propias de los diseñadores como el brainstorming.
De los 90s al 2005 vuelve a emerger lo que conocemos como Service Design y una gran cantidad de herramientas enfocadas en el trabajo de un diseñador, y en el 2003 una serie de universidades en Europa y los Estados Unidos empiezan a enseñar Service Design, logrando que emergieran muchas más metodologías enfocadas a resolver problemas complejos y herramientas para que también quienes no fueran diseñadores pudieran participar resolviendo estos problemas en un equipo multidisciplinario.
En estos años se puede destacar el trabajo de Liz Sanders, creadora de MakeTools, pionera en la investigación aplicada de diseño y coautora del Kit Convivial Toolbox, una guía para cualquier interesado en la investigación del diseño generador. Muchas de las técnicas usadas hoy en día en el diseño centrado en el humano y el Design Thinking se le atribuyen directamente a ella, una gran psicóloga y antropóloga. El enfoque del diseño centrado en el humano, revolucionó los procesos creativos, ya que el diseñador debía enfocarse en las personas comunes y corrientes, y no únicamente en lo que le dictaba su imaginación.
En 1991, llegó IDEO, quien fusionó muchas de las propuestas que existían en cuanto al Design Thinking. Algo diferente de esta empresa, es que invitó a trabajar con ellos a expertos en áreas muy diferentes como antropólogos, estrategas de negocios, educadores o profesionales de la salud. Con el paso de los años, los términos como Design Thinking y Human-Centered Design se llegaron a popularizar gracias a IDEO, quienes también lanzaron diferentes libros y programas educativos a nivel mundial.
A partir del cambio de milenio, el enfoque que se le empezó a dar con más fuerza al diseño, fue el social y ecológico, una visión holística para que nuestras creaciones ayudaran a todos y todo lo que nos rodea, buscando siempre un progreso y proactividad. Lo que logró este cambio, fue el crecimiento del diseño como un servicio, optimizando el diseño colaborativo en equipos multidisciplinarios, y por lo mismo, procesos y pensamientos mucho más transparentes y funcionales para todos.
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*Vía Medium