Extraordinario: el clip de papel
El clip de papel es uno de los elementos vitales en cualquier lugar de trabajo, y uno de los clásicos objetos que pasan desapercibidos. El uso del clip es una de las formas más sencillas de mantener unidas hojas de papel de manera temporal.
El clip que conocemos actualmente apareció alrededor de 1890, y es un invento que nunca fue patentado. Aunque su forma es muy sencilla, este invento tuvo que esperar hasta que se desarrollara la maquinaria necesaria para doblar el alambre con la rapidez suficiente para que una caja de clips pudiera venderse por algunos centavos.
El origen del alfiler viene de la fabricación de los alfileres, que usaban muchos oficinistas para sujetar papeles, y con un ajuste a la máquina de alfileres se inició la primera producción de los primeros clips y actualmente podemos encontrarlos en una gran variedad de formas y colores, aunque claro está que los sencillos son los más comunes, fabricados inicialmente por Gem Manufacturing Company.
A pesar que el clip original nunca fue patentado, hay una gran polémica alrededor de esto, diciendo que el país de origen de este artefacto es Noruega al haber dos patentes que surgieron casi una década después: una en Alemania (1899) y otra en Estados Unidos (1901), por parte del noruego Johan Vaaler, pero con el inconveniente que a su diseño le faltaba una de las vueltas de alambre que tenía el diseño de la Gem Manufacturing Company para que funcionara adecuadamente, por lo que nunca llegó a fabricarse.
Tanta es la polémica, que en 1989 se edificó un monumento en honor a Vaaler en una universidad cercana a Oslo, con el pequeño error de figurar un clip “Gem” y no el patentado por Johan Vaaler. Actualmente, el clip o sujetapapeles, es un producto vital en cualquier oficina, y aunque no esté presente físicamente, antes lo podíamos encontrar en los programas de Office y en las últimas décadas se ha convertido en el símbolo internacional para adjuntar archivos en los correos electrónicos.