Extraordinario: La engrapadora
La precursora de la engrapadora como la conocemos no surgió hasta 1866, pero mucho antes de eso, en la corte francesa del siglo XVIII fue donde realmente se dió el inicio de este producto para oficina de uso diario, con un modelo fabricado artesanalmente para el Rey Luis XVII, en donde cada grapa llevaba inscrita la insignia de la corte real.
No fue hasta el siglo XIX que surgió la necesidad de inventar una engrapadora más eficaz, ya que el uso de papel iba cada día en aumento. Antes de crear una engrapadora, surgió la perforadora, que permitió agujerear las hojas para unirlas con un cordón.
En 1866 la precursora de la engrapadora moderna fue patentada por George W. McGill. Esta pequeña máquina estaba fabricada de cobre y zinc, y atravesaba papeles con una grapa metálica. Este modelo solo admitía una grapa en su compartimento, así que se debía recargar constantemente, y no fue hasta 1879 que surge el primer prototipo alimentado por una tira de grapas.
Actualmente, las engrapadoras no se usan únicamente en oficinas y casas, sino también en talleres artesanales y llegan a encontrarse engrapadoras especializadas para cirugías.