Conclusión del Vitra Workshop en Boisbuchet
Primero una disculpa a mis lectores por haberme tardado en subir este resumen, mi primera semana en el internship estuvo muy pesada y no tuve tiempo de sentarme a pensar y escribir. Aquí esta el resumen de mi proyecto en el Vitra Workshop en Boisbuchet.
El workshop impartido por Satyendra Pakhale fue toda una experiencia, la combinación del lugar, los participantes y el breif del diseñador probó ser estimulante y logro buenos resultados. Todo comenzó con Satyendra introduciéndonos a lo que íbamos a estar haciendo y unas palabras que impusieron la actitud del workshop. Aquí no íbamos a diseñar un producto, no deberíamos de tener esa presión por hacer un producto, eso toma años y mucha gente.. estábamos en Boisbuchet para hacer “un proyecto”. Muchas veces como estudiantes nos encasillamos en lo que según nosotros se puede hacer, o podemos hacer, y no dejamos que nuestra imaginación viaje y matamos nuestra creatividad. “Design is a contradiction of fantasy vs. reality” fue otro de los quotes que me gustaron, nos platico como el no usa la palabra “funcional” pues algo puede tener una utilidad tan simple como hacernos sonreír, ese concepto o idea acompañado con la invitación a divertirnos como niños nos llevo al first assigment que fue buscar 3 cosas que nos fascinaran en Boisbuchet. Después de explorar, juntar y presentar nuestros 3 objetos, escogimos una dirección e hicimos unos sketches seguido por unos quick mock-ups. Después de presentar lo ultimo, nos juntamos en equipos con las personas que tenían una dirección similar.
Sergio, Chan, David y yo estábamos con ideas no tan parecidas, pero siguiendo el concepto de algo intangible, algo mas allá de un objeto. Después de platicar, después de mi breakdown de mitad de workshop, nos sentamos a sketchear juntos en un cartón enorme de donde salieron muchas ideas, lo mas divertido, todo súper loco.. pero al final terminamos accediendo a seguir la idea inicial de Sergio de tirar piedras. En Boisbuchet hay muchísimas piedras como en los caminitos y en las áreas comunes, siempre que nos sentamos a platicar alguien termina recogiendo piedras para luego tirarlas a algún lado, casi automáticamente. Algo tan simple se convirtió en un objeto enorme y complicado, al menos así fueron nuestras primeras ideas para nuestro proyecto, estructuras enormes a las cuales les tires piedras y tuvieran una acción, cosas muy raras, pero que sirvieron para despejarnos de restricciones.
Regresamos a dibujar al cartón, regresamos a “strip the basic action” de tirar piedras, pues la gracia con lo que lo haces es cero agresiva, y al hacer una estructura que requiere de mas fuerza en el tiro podría convertir la acción en algo rudo lo cual no iba con nuestro proyecto. Otra cosa que encontramos muy estimulante era tirar piedras al rió o al lago, y empezamos a trabajar en esa dirección, traduciéndolo a una especia de “pond”, que al sentarnos alrededor pudiera convertirlo en un punto de reunión, donde la gente se pueda juntar a tirar piedras y relajarse. Teniendo claro hacia donde queríamos ir comenzamos a hacer modelos en tamaño real, tomando nota de cuanto espacio necesitábamos, como se acomodaba mejor el espacio y otros detalles. Sacamos nuestro modelo de cartón al pasto, nos sentamos alrededor, trajimos unas piedras y simulamos la accion. El diseño estaba definido, lo que seguía era construirlo.
Necesitábamos un contenedor de un diámetro de 1.30 metros, y que retuviera el agua, la única solución era hacerlo de cemento. Construimos un molde con una pieza exterior y una interior, le dejamos una altura de 30cm y un espesor de 5cm. Estando en Boisbuchet teníamos que utilizar los materiales disponibles, que eran suficientes, pero teníamos que pensar rápido, sobre la marcha íbamos corrigiendo detalles mientras construíamos los moldes de madera. Teníamos que reforzarlos para que no se tronaran con el cemento así que nos tomo mucho tiempo alistarlos.
El sitio donde íbamos a poner nuestro proyecto también fue otro problema, al ser algo que teníamos que alterar el terreno no podíamos decidir por nosotros mismos, terminamos trabajando en la parte de atrás de una de las bodeguitas que termino siendo un lugar perfecto, privado pero accesible. De inmediato comenzamos a cavar el hoyo donde íbamos a meter nuestra estructura de cemento. Hace mucho que no agarraba una pala, y vaya que estuvo pesado el trabajo, éramos 4 en el equipo, trabajando al mismo tiempo y aun así batallamos.
Tuvimos que ir a comprar el cemento al pueblo, de regreso con el molde preparado y los refuerzos con chicken wire y piedras colocados hicimos la mezcla y lo vaciamos. Aquí recibimos ayuda de Raul y Alessandro, que trabajan en Boisbuchet durante el verano.
Dejamos el molde con el cemento a un lado y seguimos con el terreno, cavando el hoyo, haciendo un poco de landscaping y recolectando las piedras por todo Boisbuchet. Esto con mucho cuidado pues no podíamos agarrarlas de un lugar y dejar ahí un hoyo y al mismo tiempo fuimos al rió por piedras para el interior del cemento. El cemento siempre fue la preocupación principal, con menos de 24 para instalarlo existía la posibilidad que no estuviera listo, pero escogimos distraernos en lo demás que teníamos que hacer en lugar de dejar que esta preocupación nublara nuestras mentes.
Con el cemento casi listo, hoyo listo, y las piedras colocadas solo quedaba darle la vuelta al molde y meter la estructura en su lugar.
Éramos mas de 10 cargando aproximadamente 300 kilos, no fue mucho problema, pero necesitábamos de una buena organización para no cometer el mínimo error, solo teníamos pocas horas para el deadline.
Todo salio perfecto y las siguientes horas se nos fueron en preparar todo para la presentación y terminar cosas como rellenar el espacio entre el hoyo y el cemento. David se concentro en que el jardin quedara de acuerdo a nuestro proyecto, acomodo unos troncos alrededor, unas plantas y limpio todo para que se viera bien.
El ultimo toque fue poner las piedras adentro y llenarlo de agua.
Nos sentamos alrededor y tiramos “la primera piedra”.. el sonido que hizo la piedra al entrar al agua fue lo que marco el éxito de nuestro proyecto. Fue perfecto, nos sentamos y todo estaba a la medida correcta, el respaldo que creamos alrededor estaba muy cómodo y el ambiente del lugar se sentía increíble.
Comenzamos nuestra explicación mientras caía la noche, juntamos a todos afuera de la bodega, sin que pudieran ver nuestro proyecto. Platicamos nuestro proceso y nuestra idea, pero note en la cara de muchos que simplemente no captaban lo que estábamos diciendo. Fue hasta que entraron que se dieron cuenta. Habíamos arreglado el lugar con velas y luces que le dieron el toque perfecto, cuando entramos se pararon alrededor, casi con miedo de entrar al circulo de piedras y sentarse, platicamos un poco mas del proyecto y Satyendra también explico unas cosas.. teníamos invitados de honor como Alexander el director del Vitra Design Museum y los participantes de los otros workshops.
La presentación termino con todos sentados alrededor, platicando, tirando piedras, vi muchas sonrisas lo cual me dio mucho gusto. Nuestro proyecto recibió buenos comentarios, inclusive de los diseñadores y la gente que organiza, al final del día alguien se me acerco y me dijo que a Alexander le había gustado mucho y que era muy probable que lo dejara permanentemente, todo un éxito para nosotros. En la noche encontré a la gente con vinitos y cervezas en nuestro diseño, platicando, tirando piedras.. con una noche llena de estrellas, wow.. me quede sin palabras.
Fue una excelente semana, me gusto mucho como termine haciendo algo totalmente inesperado, algo que nunca antes había hecho, algo tan simple pero tan lleno de idea… y mi equipo estuvo excelente. Boisbuchet estuvo increíble, ¡espero regresar el próximo año! Realmente lo recomiendo, si alguien esta interesado no dude en contactar me, o visiten la página www.boisbuchet.org.