Relatos: Taller de Bambú Yokoyama Products, Kioto
Dentro del Kyoto Institute of Technology existe una iniciativa llamada Kyoto Design Lab, una plataforma en la que Julia Cassim (entes catedrática del Royal College of Art en Londres) vincula a la universidad con profesionistas del diseño de distintas partes del mundo para realizar proyectos de investigación y desarrollo; al mismo tiempo, éstos profesionistas dan talleres los cuales están abiertos para cualquier alumno que desee participar. Cuentan con laboratorios de fabricación digital y mecánica muy completos en los que tanto los alumnos como los profesionistas trabajan sus proyectos.
Al conocer a Julia Cassim nos platicó sobre un proyecto que estaba realizando con algas marinas y bambú para crear una pantallas para lámparas muy interesantes; Julia tenía una visita al taller de bambú con el que estaba trabajando (Yokoyama Products) y nos invitó para que pudiéramos ver un poco de cómo se trabaja este material y conocer el lugar.
Yokoyama Products es un pequeño taller en dónde trabajan el bambú desde hace tres generaciones, Yuki Yokoyama, un japonés de alrededor de 35 años, es el nieto del fundador del taller y es el que ahora encarga del negocio. Éste taller tiene como principal fuente de ingresos la venta de bardas, fachadas e interiores fabricados en bambú, sus principales clientes son restaurantes de lujo y encargos de especiales por parte de miembros de la familia imperial. Desde que Yuki se involucró más en el taller, empezaron a ampliar su gama de productos y también fabrican objetos domésticos y algo de mobiliario, por lo que ahora también venden estos productos al público en general.
Lo primero que nos mostraron fueron los distintos tipos de bambúes que manejan, diferentes especies que presentan características muy variadas, unos delgados otros más robustos, unos con anillos regulares y otros con formas caprichosas. Además también tratan al bambú con ciertos procesos para cambiar su color o textura. Manejan teñidos tanto químicos como naturales, acabados con ácido y otros ahumados para aparentar que el bambú es viejo.
Cuentan con diferentes procesos para la fabricación de sus productos. Comienzan con el secado del bambú para hacerlo más firme y resistente, después lo enderezan calentándolo en las partes curvas y doblándolo manualmente. Usualmente cortan el bambú en tiras largas, por lo que necesitan retirar las paredes interiores que se forman en cada nudo (por medio de una tira larga de acero) y después separar las tiras con una herramienta que le llaman “separador de crisantemo”.
Para cortar piezas más pequeñas utilizan sierras de disco, seguetas y serruchos como el cualquier carpintería.
Una japonesa está encargada de fabricar los productos pequeños. Utiliza distintas técnicas de tejido, doblado y esculpido del bambú para los diferentes objetos. Las piezas grandes, como mobiliario, bardas e interiores se fabrican en sitio por instaladores.
Es importante resaltar que en Japón la gran mayoría de los recursos y bienes locales tienen una gran demanda, el bambú es utilizado en todo el país, no porque sea un material que resista cientos de años, si no porque es un material que se regenera a una velocidad impresionante y es abundante en el país, es un material muy versátil que se puede usar para una cantidad de aplicaciones enorme, es muy limpio estéticamente, desarrolla un carácter al envejecer y además en muy sencillo de reemplazar al terminar su vida útil. ¿Qué podríamos aprender los mexicanos de esto? ¿Qué materiales locales estamos aprovechando? Los materiales que “aprovechamos”, ¿en realidad los utilizamos de una manera consciente, tomando en cuenta la disponibilidad del mismo, características y ciclo de vida?
Yuki es un aventurero y al final de la visita nos contó que ya ha estado en México anteriormente, viajó a California y tomó la carretera hasta Baja California; para él nuestro país ha sido uno de los lugares más bellos que ha visitado (y eso que sólo conoció como un 8% del país). Los mexicanos queriendo salir de México y extranjeros añorándolo.
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