Diálogos Fuera de Contexto: las metodologías de diseño
24 de Enero 2017
Roma Norte, CDMX
Miguel escribió:
Si consideramos, como yo, que el sistema en el que vivimos (capitalismo) no funciona pero sigues disfrutando de sus beneficios tienes una opción: intentar mejorarlo para que no sea destructivo, pueda seguir existiendo mucho tiempo más y tú y los tuyos disfrutando de sus virtudes.
Si consideras que esta bien como está, pues, te compadezco… y si crees que no tiene solución, espero que seas congruente, brillante, convincente, con las agallas y suerte suficiente como para derrocarlo por algo nuevo.
Bien, decía, si crees que el capitalismo aún tiene futuro entonces queda mucho por hacer, tenemos que cambiar y transformar la manera explotativa mediante la cual se beneficia ahora, por una regenerativa, que no solo no haga daño, sino que a través de sus instrumentos (como el término indica) regenere y mejore las construcciones sociales y medioambientales con las que contamos.
Existen diferentes caminos y teorías para lograr esto – las empresas “sociales” de las que alguna vez hemos hablado, y (de manera general) de la transformación de una economía lineal (consumo – uso – desperdicio) a una economía de ciclo (consumo – uso – materia prima).
Ahora José… IDEO (a quién no le doy más importancia que tú a Karim Rashid) lanzó una guía para Circular Design (la cual por cierto no he leído a profundidad), pero que, a su manera, facilitan metodologías, herramientas, etc… para lograrlo.
He tenido la oportunidad de participar en proyectos ambiciosos con compañías internacionales que sincera y genuinamente están tratando de desarrollar un flujo circular para lo que ponen en el mercado, y déjame decirte algo: es extremadamente difícil… No se trata de qué diseñar, sino de afectar sistemas, cadenas de valor, legislaciones, intermediarios, mafias, etc… para lograrlo.
Desde un punto de vista sistémico creo que es bueno que exista esta herramienta, si IDEO la usa para vender más proyectos: que bueno por ellos, necesitamos a todos y cada una de las personas que se puedan trabajando sobre estos temas.
Recientemente publicaste en FB que esto era solo una nueva manera de hacer “Design Thinking” y que era una herramienta más para que las empresas hicieran “lo que nosotros hacemos”… Sinceramente creo que “lo que nosotros hacemos” está rebasado por la enormidad del reto que llegar a una economía circular necesita y que herramientas como esta generan conciencia (más que capacidad real) para resolver estos retos… en otras palabras… no le veo nada malo, al contrario, y creo que antes de desecharlo con una mirada de desdén cual Mona Lisa deberíamos de estar abiertos a aprender y facilitar los servicios que estos retos generan…
Pero según entiendo tu no estás de acuerdo… ¿Es así? ¿PORQUÉ?
25 de Enero
San Miguel Chapultepec, CDMX
José escribió.
Uf, a ver, vamos por orden. Si empezamos que si sirve o no el capitalismo, no sé qué decir, porque funciona super bien para algunos y super mal para otros. Estoy de acuerdo que los actores con mayor poder de decisión e influencia, en este caso las grandes empresas, necesitan un eje moral que los aleje de un camino de pura explotación y convertir todo en un centro comercial (lo que está pasando en esta ciudad, por cierto).
Y está buenísimo que existan herramientas que sirvan para ayudar a las empresas, instituciones o gobiernos a dar este “golpe de timón” a una sociedad con un consumo más responsable, no creo que nadie esté abiertamente en contra de eso.
También estoy de acuerdo que el rol de un diseñador es un engrane en un sistema complejísimo. IDEO ha empoderado a bastante gente dentro y fuera del sector creativo a generar innovación, cosa que tal vez era exclusiva del diseño y que bueno que estén promoviendo una nueva metodología más enfocada a una filosofía que me recuerda mucho a The Upcycling de McDonough, sobretodo ahora, que se vienen cambios fuertes.
Dejando eso en claro, mi crítica va más hacia el otro lado de la moneda. Y permíteme explicarme. Todos sabemos que IDEO son unos de los responsables que término “Design Thinking” sea tan popular. Y cuando se empezó a difundir fue muy emocionante, porque en cierta manera, nos daba a los diseñadores un reconocimiento nunca antes visto en el mundo empresarial. IDEO encontró la manera de ser relevante porque se dio cuenta que no todo es diseño de producto. Y hasta aquí todo bien.
El problema es que cuando IDEO o Frog Design empezaron a compartir la metodología de diseño casi de la misma manera en que como se venden libros de auto-ayuda, confunden a muchas personas haciéndoles pensar que ellas pueden hacer diseño igual que los diseñadores de profesión. Es como si yo me considero un experto financiero solo por leer Padre Rico Padre Pobre.
Si no existe alguna manifestación de diseño, que de manera tangible genere impacto positivo, no existe innovación. Y mi molestia es que muchas personas utilizan este tipo de Fads como “Design Thinking”, “Cradle to Cradle” o más reciente “Circular Design”, para justificar que ellos pueden generar diseño y no recurrir a la ayuda de los expertos.
OJO! No critico ni al martillo ni a su fabricante, si no a algunos que piensan que solo por comprar el martillo ya son carpinteros. ¿Me explico?
26 de Enero
Roma Norte, CDMX
Miguel escribió:
Te entiendo, pero me parece que estás perdiendo el punto. Así como alguien que aprende inglés no es necesariamente capaz de escribir un tratado ni entender a Shakespeare, así tampoco alguien que sabe de diseño es capaz necesariamente de generar innovación (ni siquiera los que tienen un título que los licencia para ello).
Digo que pierdes el punto porque en lugar de ver la oportunidad la obvias… Yo creo que la oportunidad es que estas herramientas generan un lenguaje en común, que hace más fácil la interacción cliente directivo vs diseñador / agencia de innovación / lo que sea y esto me parece genial.
Me parece genial porque necesitamos que cada vez más personas conozcan y estén familiares con estos términos, no es algo exclusivo de un diseñador y pretender que así sea es vivir en el pasado.
Me parece genial porque cada vez más personas ofrecen servicios de diseño e innovación, muchas malas, pocas buenas, y necesitamos que los clientes estén algo letrados para que no les vendan espejitos.
Me parece genial porque, aunque es cierto que algunos clientes creen que lo pueden lograr todo, al menos están abiertos a que los ayudes y entienden mejor lo que puedes vender. Son esas debilidades las que se tornan en oportunidades.
Hay que saber apreciar esta oportunidad y no pretender que se sabe todo, creo que tanto tú como yo podemos aprender de esta metodología algo y también podemos usarla para afinar nuestras ofertas hacia el mercado ¿no crees?
26 de Enero
San Miguel Chapultepec, CDMX
José escribió:
Tienes un punto en el que cualquiera pueda diseñar. Steve Jobs es un ejemplo. El sin ser diseñador logró generar mucha innovación y mucho impacto. Por lo mismo, Jobs entendió que su visión no pudo llegar a realizarse sin un Wozniak que haga la ingeniería o un Ive que lo materialice al diseño industrial.
Cualquiera puede innovar, pero el ejecutar y materializar es otro boleto. Es otro oficio. Y al final, los mejores diseñadores que conozco no se hacen por leer un libro o seguir una metodología al pie de la letra, sino por el trabajo que han generado, por la experiencia y esa es la gran diferencia.
Al final del día mi problema es la charlatanería. En mi experiencia como diseñador de producto, muchas empresas mexicanas se quieren subir a la carreta del Design Thinking sin entender exactamente lo que es. Y muchos charlatanes (de los cuales conocemos varios Mike), venden este tipo de servicios de manera irresponsable, que obviamente al no generar nada, todos quedamos mal con la industria.
Aunque si existen clientes que entienden estas nuevas filosofías de innovación (que son los con los que tú trabajas), también están los que creen saber y no saben. Entonces, ¿qué más podemos hacer desde nuestra trinchera (aparte de trabajar duro y bien) para evitar la charlatanería?
1 de Febrero
Juárez, CDMX
Miguel escribió:
El antídoto más directo contra la charlatanería es evidenciarla, sin embargo esto puede ser extremadamente complejo y difícil de hacer (como prueba veamos a nuestros políticos y al presidente del país de al lado), ya que al final del día la gente escucha lo que quiere escuchar.
Una estrategia menos directa es desarticularla. Creo que esto se puede lograr preocupándonos no por lo que está haciendo u ofreciendo el de al lado, sino por generar casos de éxito que se vuelvan la referencia en el área de la competencia.
Veo que desafortunadamente, al mencionar casos de éxito seguimos nombrando a empresas extranjeras, que por su lejanía y nuestra tendencia a la idolatría, tendemos a idealizar, convirtiéndolo en cosas inalcanzables y de otro mundo.
En medida que en nuestros sistemas de educación, comunicación y publicidad tomemos más en cuenta lo que hacemos de manera local como ejemplos dignos de ser seguidos, entonces generaremos público y clientes con mayor conciencia sobre las técnicas y caminos adecuados para llegar a soluciones que realmente funcionan.
Al final del día todos somos charlatanes… hasta que demostramos lo contrario.
Trabajar, lograr, transmitir, construir a través de la crítica: las armas con las que contamos.
Más info