La controversia del muro de San Pedro
El municipio de San Pedro Garza García, en la zona metropolitana de Monterrey se vió envuelto en una controversia a raíz de una obra de urbanismo atroz: un muro de concreto que atravesaría Calzada San Pedro. La función del muro es servir como base para un andador que llevaría a corredores y peatones por la Calzada, conectando puentes peatonales formando parte del plan de urbanismo “Emblema San Pedro” que conecta la nueva estructura en la salida a Monterrey por dicha calzada hasta la rotonda de la intersección con Calzada del Valle y siguiendo hacia el fin de la calzada donde se encuentra el parque de Fatima.
Este proyecto, realizado sin consultar a la ciudadanía alarmó a toda la comunidad por obvias razones: la función de una calzada es crear un espacio para el peatón con un paisajismo agradable y permitir la visibilidad de lado a lado, cosas que este muro obstructivo arruinaría.
El proyecto le da la preferencia al automóvil y complica las cosas para los peatones, y hace el transitar por la calzada prácticamente imposible para personas de la tercera edad o con alguna discapacidad. Las calzadas son un espacio importante para los corredores en San Pedro, y esta obra también arruinaría este tramo para el ejercicio.
Al mismo tiempo, el muro es terrible para el medio ambiente. Su construcción daño muchas raices de arboles, maltrata la vegetación, requiere de remover árboles e impide el paso del aire. Un espacio destinado para jardín y paisajismo sería cambiado a concretó, el cual también repercute en la contaminación auditiva de los carros que cruzan la vialidad.
El responsable del diseño, el Arq. Fernando González Gortázar parece que no conoce el clima de la ciudad ya que en lugar de proveer a los peatones de la sombra de los árboles, los coloca arriba de ellos. El calor en la ciudad es insoportable durante el verano, y las calzadas siempre han sido un espacio que la gente puede seguir utilizando bajo estas circunstancias, pero el muro parece ignorarlo. Una vez más vemos una obra donde se impone una visión errónea de lo que un espacio público debería de ser.
También deja mucho que desear la estética de dicho proyecto.. realmente estamos sorprendidos que alguien haya pensado que elevar un muro (en algunos tramos de hasta 5 metros) por la calzada sería una buena idea.
Varias asociaciones como la Sociedad de Arquitectos, el Colegio de Urbanistas, el INAH, IMPLAN y la Academia Nacional de Arquitectura, en conjunto con vecinos de la zona se opusieron a la obra, levantaron firmas, expresaron sus opiniones y finalmente el (nuevo) alcalde de Ugo Ruiz accedió a derrumbar el muro y modificar el proyecto.
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