Los museos de Daniel Libeskind
El arquitecto Daniel Libeskind es reconocido por estar a cargo de la (problemática) planeación de la reconstrucción del World Trade Center en Nueva York, pero su portafolio esta repleto de proyectos culturales en diferentes partes del mundo, como el recién abierto Museo Militar de Dresden, Alemania. La historia de Libeskind no es común entre los llamados starchitects de hoy en día; trabajo principalmente como académico y aunque ganó varios concursos desde que abrió su despacho en 1989, su primer edificio fue construido en 1998 a la edad de 52.
El proyecto que disparó la carrera de Daniel Libeskind fue el Jewish Museum de Berlin del 2001. Puedo decir que es uno de los edificios más impactantes que he tenido la oportunidad de visitar. La nueva estructura diseñada por Libeskind contrasta con el antiguo edificio de 1735, por el cual se accede al museo. Tres rutas subterráneas en diferentes ejes se intersectan y crean los diferentes espacios que son ocupados por la museografía e instalaciones como esculturas y otras imponentes obras de arte.
Para el Royal Ontario Museum, Libeskind vuelve a trabajar en un contexto de un edificio histórico ya existente. Aquí, 5 volúmenes se intersectan creando una estructura similar a los cristales, cada uno albergando un espacio diferente del museo. Ubicado en el centro de Toronto, el ahora llamado Michael Lee-Chin Crystal fue una atrevida apuesta del arquitecto que sobresale de su contexto.
En Denver, Libeskind fue responsable de la ampliación del museo de arte de la ciudad que originalmente fue diseñado por Gio Ponti. Con 44,000 metros cuadrados de nuevo espacio, su diseño inspirado en las montañas del estado tiene poca relación con la estructura previa y arrebata toda la atención con sus paneles de titanio y formas explosivas.
Finalmente, su último proyecto es otra intervención más a un edificio clásico, en esta ocasión el Dresden Museum of Military History de Alemania será el museo más grande del país cuando abra sus puertas este mes. De nuevo Libeskind aborda un tema delicado y crea un diseño con diferentes simbolismos en su diseño. El diseño geométrico pre-existente es interrumpido por una punta agresiva que apunta hacia la dirección de origen de las bombas que destruyeron la ciudad en la segunda guerra mundial.
No es fácil hablar de religión y guerra, y muchos menos fácil trabajar estos temas mediante la arquitectura, pero de alguna manera, Daniel Libeskind ha logrado abordarlos y aportar nuevos espacios culturales en ciudades por todo el mundo. Espero ver algún día el resultado de su trabajo en el WWC de Nueva York que ha sido truncado por la burocracia e intereses políticos.
Más info:
www.daniel-libeskind.com