Pedro Ramírez Vázquez es uno de los arquitectos mexicanos más importantes de la segunda mitad del siglo XX, y durante su trayectoria enalteció el nombre de nuestro país al enriquecer nuestra infraestructura pública, enfocándose en los sectores de la educación y los museos, siendo el Museo de Arte Moderno una de sus obras, y lugar de una exposición que en homenaje a este gran arquitecto al conmemorar el 50 aniversario de la inauguración del MAM.

 

El MAM es uno de los primeros museos de estilo funcionalista orgánico en México, donde se rompe con la línea recta tradicional de la arquitectura y se buscan volumetrías curvilíneas. Con este estilo, Pedro Ramírez Vázquez logró que la funcionalidad fuera una característica principal sin importar su forma.

Otro de los trabajos más reconocidos de este icónico arquitecto, es su dirección de un programa de identidad olímpica, con el cual coordinó diferentes entes de arquitectura, publicaciones y proyectos especiales para lograr ofrecer una identidad moderna como país, en la cual, inspirados en el op art y la artesanía huichol, se logró elaborar una tipografía y logotipo de México 68 y una serie de pictogramas para prescindir de los idiomas.

Otra de sus facetas creativas fue la de diseñador, en la que fusionó diversas disciplinas como el urbanismo, el interiorismo, la museografía o la señalética para crear mobiliario bello y funcional para entes públicos y privados, siempre cuidando hasta el más pequeño detalle.

Esta exposición nos enseña el área que abarcó este aclamado arquitecto donde claramente se muestra una carrera multifacética que se caracterizó por su funcionalidad y el compromiso social.