Relatos: Las Villas Imperiales de Katsura y Shugakuin, Kioto
A los pocos días de haber llegado a Kioto, nuestro nuevo asesor, Kentaro Yamamoto, nos hizo llegar un correo con la lista de visitas que íbamos a tener a lo largo del programa, la lista incluía varios talleres artesanales, algunas compañías de diseño y lugares de interés al rededor de Kioto. Las primeras visitas programada era a dos villas imperiales, reconocidas por su arquitectura tradicional e impresionantes jardines japoneses; para esto necesitábamos realizar una reservación en el Palacio Imperial de Kioto, la cuál realizamos con una semana de anticipación.
Las villas de Katsura y Shugakuin son jardines creados como casas de campo, áreas de descanso y contemplación a la naturaleza para la familia imperial; su construcción fue ordenada por emperadores y miembros de su familia. Ambas cuentan con un pequeño lago artificial en su centro, los cuales están irrigados por agua de ríos cercanos a las villas. Estos jardines tienen diferentes elementos de la naturaleza como son la montaña, la playa y el bosque, para hacer del jardín lo más natural posible y poder disfrutar de todos éstos lugares en un solo lugar. Ambos fueron creados en el siglo 17, hace casi 400 años, y aún conservan la misma estética que se preserva con el mantenimiento diario; nos tocó ver como los jardineros trabajan podando cada rama de cada uno de los árboles y plantas para mantener el orden y belleza del paisaje de las villas.
Mientras caminábamos alrededor de las villas, Yamamoto nos contaba que la arquitectura de las pequeñas viviendas es de un estilo muy particular llamado “sukiya”, éstas viviendas y espacios de estar están construidos con madera y una mezcla de arena y paja, techos cubiertos por fibras vegetales, en su interior el piso es de tatami y las puertas de madera y papel (fusuma).
Cada habitación esta diseñada con grandes ventanas que enmarcan el paisaje construido a su alrededor para su contemplación. Algunas de éstas construcciones cuenta con una pequeña área para sentarse fuera de las ventanas llamada “engawa” (terraza japonesa), un área dónde el interior y el exterior de la vivienda se encuentran.
Algo que me llamó mucho la atención y lo encontré muy interesante son unas pequeñas construcciones al aire libre que cuentan con una cocina exterior hecha de la misma mezcla de arena y paja, con un diseño muy simple y elegante; definitivamente cada elemento de éstas construcciones esta pensado para aprovechar al máximo los espacios y disfrutar de la belleza del paisaje al mismo tiempo.
Éstas villas son de gran importancia para la arquitectura modernista, ya que influenciaron mucho el trabajo de grandes arquitectos como Le Corbusier y Walter Gropius, quienes visitaron éstas villas y quedaron maravillados por la estética tan simple y armoniosa de las viviendas.
Un aspecto importante del paisajismo de éstas villas es un concepto llamado “shakkei”, que es usar el escenario natural existente en el terreno y combinarlo con el diseño del jardín; dicho de otra manera, es usar las montañas y colinas del fondo del paisaje para crear una armonía con el jardín. Cada árbol y planta esta estratégicamente ubicado y deben de tener una forma específica para conservar la estética y armonía del jardín.
Todos los elementos son importantes para crear una armonía; en caídas de agua colocan piedras de cierta manera para que, cuando el agua que corra por el pequeño río, se produzca un sonido en específico, podría decir que también crean “paisajes sonoros”.
Visitar éstos jardines imperiales fue una experiencia increíble, y aún más entender que todo tiene una razón de ser, nada está colocado al azar, todo esta diseñado con un propósito, y lo más importante es que aún así mantiene una esencia orgánica, parece ser creado por la misma naturaleza. Esto demuestra que los arquitectos y paisajistas japoneses lograron entender con mucha precisión la belleza y orden de la naturaleza, como reproducirlo y crear ambientes armoniosos para contemplar y disfrutar.