Hoy en día constantemente encontramos temas relacionados con desigualdades, racismo, violencia de género y otras formas de injusticia social. Muchos de estos términos son reconocidos a diferentes escalas y en ocasiones se han buscado alternativas, aunque no del todo exitosas, para atacar algunas de estas problemáticas. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando diferentes motivos de desigualdad se combinan?

Recientemente me topé con el término interseccionalidad, un concepto que trata los elementos antes descritos a partir de su interrelación. La perspectiva de la interseccionalidad, acuñada por la especialista en ley constitucional Kimberlé Crenshaw hacia finales de la década de los ochenta y principios de los noventa, plantea la necesidad de reconocer la existencia de solapamientos entre cada uno de estos ámbitos identitarios. La importancia de descubrir estas intersecciones está en la identificación de aquellos puntos ciegos que dificultan el entendimiento y la posibilidad de generar estrategias pertinentes para atender las vulnerabilidades que de ahí resultan.

Para entender mejor la interseccionalidad, explico brevemente uno de los ejemplos planteados por Kimberlé Crenshaw para Ted Talks. En la charla se plantea el caso de Emma DeGraffenreid, una mujer afro-estadounidense. Emma fue en busca de trabajo en una fábrica de automóviles local, sin embargo, su solicitud fue rechazada. Sospechando que esto se debía a que era una mujer afro-estadounidense, presentó una demanda en contra de la fábrica. Posteriormente, su demanda fue desestimada con el argumento de que el empleador contrataba tanto a mujeres como a afro-estadounidenses. No obstante, lo que Emma quería expresar, y que el juez no quiso aceptar, era que los afro-estadounidenses contratados eran únicamente hombres y las mujeres contratadas eran en su totalidad de origen anglosajón. Emma se enfrentó a una doble discriminación que de haberse tratado de manera separada hubiera sido suficiente para que su demanda procediera. Pero al encontrarse en una especie de intersección, se generaba punto ciego en donde el sistema fallaba.

Lo anterior me llevó a reflexionar que si bien es cierto que el diseño es la disciplina que busca llegar a soluciones para distintos tipos de problemas, ¿pueden llegar a ocurrir intersecciones que den lugar a puntos ciegos afectando la capacidad para aportar soluciones significativas? Y en todo caso, ¿desde qué punto de vista estamos diseñando?

Hace tiempo leí un artículo sobre el trabajo del ingeniero y diseñador estadounidense Ehsan Noursalehi donde se exponía que uno de sus objetivos era cambiar la manera en la que se desarrollaban proyectos para colectivos desfavorecidos. Noursalehi pone como ejemplo el proyecto Playpump. La idea principal consistía en un parque con juegos, ubicado en zonas rurales, donde se colocara una rueda que, mientras los niños jugaran con ella, aprovechara la energía para extraer agua. Esta idea tuvo una gran aceptación internacional, ganó el premio World Bank Development Marketplace Award en el 2000 y en el 2006 el proyecto consiguió suficiente apoyo para implementarse. No obstante, pronto comenzaron reportes negativos acerca del verdadero desempeño del proyecto. Uno de los problemas principales era que los niños no estaban todo el día jugando con la rueda, razón por la cual el rendimiento de la bomba no era suficiente y por lo que eran los adultos quienes terminaban utilizando un objeto que no estaba pensado para ellos.

En el ejemplo anterior se pretende atacar un problema en particular, sin embargo, para esta solución convergieron la intención de crear una propuesta original que llamara la atención y propiciara un funding y el propósito final de tener agua disponible. En el cruce de ambos elementos se creó un punto ciego que complicó el desarrollo de una solución eficaz.

La propuesta de la interseccionalidad arroja luz sobre cómo un problema puede cambiar de complejidad al componerse por diferentes elementos que, al converger en un punto, no pueden ser tratados de manera aislada. Ya que el diseño siempre ha sido interdisciplinario y ha estado profundamente relacionado con el desarrollo de metodologías, podría resultar enriquecedor un análisis en el proceso de diseño desde una perspectiva interseccional.

Entrada publicada por primera vez por Isa Velarde el 22 de junio del 2017.