Día 0
100 restiradores portátiles
55 sillas de colores
40 sillas plegables
35 pupitres
25 mesas
1 proyector

Y muchas personas con entera disposición logramos armar 5 de los espacios principales que se convertirán de la noche a la mañana en los nuevos salones de la Escuela de Arquitectura y Diseño del Tecnológico de Monterrey.

La ciudad como taller se vivió desde el primer instante, movilizar la “infraestructura” necesaria del Campus León al Campus Madero jugando Tetris con las sillas y las mesas para que todas quedaran dentro de un mismo flete, parar por 15 minutos el tráfico del centro histórico -lo sentimos-, bajando todo con cronómetro en mano y acomodándolo en nuestras nuevas aulas.

Son magníficos la versatilidad que poseen los espacios y el poder de los objetos. Galerías, teatros, bares y plazas que normalmente están llenas de arte y cultura transmutan al revestirse con las mesas y sillas de un salón, toman por completo un carácter distinto, se vuelven poco a poco nuestro Campus Madero.

Día 1
Campus Madero fue bien recibido, un poco más de 500 ciudadanos inscritos y 250 alumnos dimos inicio a las actividades saboreando las “Kekas del centro”, nuestra nueva cafetería oficial, que con todo gusto atendió a los alumnos hambreados que salían de la clase de Geometría II. Comenzamos a ver los colores sepia y la simbología en la fachada del Teatro Manuel Doblado, escuchando a la par la voz del profesor Xavier Martínez, quién nos paseó al ritmo de la historia Leonesa, deleitándonos con lujo de detalle sobre ella.

La ciudad no sólo nos mostró su vida cotidiana, sus espacios y su habitabilidad, como bien dijo hoy la profesora Viviána Barquero, también posó para nosotros en Fotografía e Imagen Digital, clase que tuvo como musa la zona centro de León, misma que más tarde, tomando al profesor Marco Lampugnani y a todos los ciudadanos inscritos a Sistemas II como conejillos de Indias, fue escenario del prototipo análogo de “Bookemon Go”, aplicación que parodia, con un giro crítico, cultural y literario, a PokemonGo!.

Sin dejar el drama de lado, el profesor Jaime Gutiérrez nos enseñó a contar con letras, puntos, comas y demás todas las locuras narrativas que nos imaginamos de repente, despertando al escritor cinematográfico que traíamos arrumbado por ahí.

Primer día en el nuevo Campus… No hubo heridos, malqueridos, ni perdidos. Hubo autobuses llenos de alumnos que iban y venían de campus a campus, hubo carpooling –y karaoke– de estudiantes que iban entusiasmados a tomar clases con buen Rock de fondo musical. Hubo reuniones de profesores en algún bar de alguna calle. Hubo simplemente toda una comunidad compartiendo lo mejor de sí con la ciudad.

Aún estás a tiempo.
www.campusmadero.mx

Artículo escrito por Samanta V. de la Llata

Samanta Vargas de la Llata es una estudiante nómada que por casualidad cayó en León, Guanajuato, después de vivir en Querétaro y de dejar su amada ciudad natal, Zacatecas. Actualmente estudia Diseño Industrial, y a la par diseña y crea mobiliario, productos, prendas y accesorios bajo su propia marca. Es curiosa, platicadora e inquieta como un chinicuil.

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