Clásicos: La lámpara Tiffany
Las lámparas Tiffany fueron desarrolladas por Louis Comfort Tiffany, y están caracterizadas por sus líneas curvas y delicado trabajo con vidrio opalescente estilo Art Nouveau.
El uso del vidrio con color para crear vitrales viene del movimiento Arts and Crafts, y fue a finales de 1870 que Tiffany aprendió el oficio en una vidriería de Brooklyn, y no fue hasta 1895 que las primeras lámparas fueron producidas comercialmente y en un punto su fábrica tuvo un aproximado de 300 artesanos fabricando no sólo lámparas sino piezas para interiores y pedidos especiales.
Louis Comfort Tiffany fue amigo de Edison cuando este último patentó el foco eléctrico, un objeto nada estético que necesitaba una pantalla para hacerlo más agradable y por lo tanto más comercial. Es aquí donde entra Tiffany, regalando la primera pantalla de vidrio que más tarde llegamos a conocer como lámparas Tiffany. Fue tan grande la aceptación de la idea, que estas pantallas de vidrio se empezaron a fabricar comercialmente, tanto así que una de las muestras más famosas del trabajo de Tiffany se encuentra en el corazón de la Ciudad de México, un telón de cristal que adorna el Palacio de Bellas Artes.
La manera de fabricar cada una de estas lámparas es un proceso muy minucioso, desde la preparación de los diseños y su plantilla a escala real, la elección y corte de vidrios, pulido y soldadura de cinta de cobre con estaño y finalmente la aplicación de una pátina para ennegrecer la soldadura.
Las consecuencias de la Primera Guerra Mundial se tradujeron a una expresión mucho más sencilla del arte, haciendo que las lámparas Tiffany perdieran valor, hasta que en los años 30’s quebró la fábrica de Tiffany y las lámparas desaparecieron por un buen rato. No es hasta finales de los años 60’s que una casa de remates ofreció una de estas lámparas como antigüedad y al ser vendida por un precio muy alto, los rematadores empezaron a buscarlas, las regresaron la vida y ahora son consideradas uno de los clásicos del diseño.