Más Allá del Diseño: Trabajando desde un contexto local
El contexto en el que nos encontramos nutre el resultado de nuestros proyectos. Es contradictorio negar el entorno como un punto de partida muy fuerte en proyectos creativos. A menudo no pensar en el objeto sino en el contexto que crea el objeto puede conducir a resultados nuevos y sorprendentes.
Monterrey es una ciudad reconocida por su industria en todas las escalas, donde la artesanía no es representativa o trascendental. Pero en su lugar, hay una gran cantidad de talleres y oficios en un ecosistema que ha impulsado la ciudad y se ha ido adaptando a los cambios a través de los años. Entendiendo el trabajo artesanal como elaborar objetos a mano de manera tradicional, o con un conocimiento adquirido a través de generaciones, entonces podemos llamar a muchas personas que trabajan en estos oficios en la ciudad como “artesanos industriales”.
Aunque nuestro contexto no se presta para hacer trabajos de barro o con telares, se puede considerar un paraíso para crear proyectos de diseño industrial con alta calidad, en volúmenes moderados, a un precio muy competitivo para un mercado internacional. Estas condiciones son imposibles en países Europeos por ejemplo, y en Estados Unidos los diseñadores jóvenes están intentando revivir el “Made in America” con modelos de producción similares.
Aún así estamos enfrentando retos como la modernización de ciertos procesos o la innovación en métodos productivos. Es ahí donde entra el labor de un diseñador para trabajar desde este contexto para crear nuevos productos y soluciones que empujen a la industria local a dar un paso hacia delante.
En mi estudio buscamos siempre ser curiosos usando el diseño como medio de exploración. Más que una dinámica de cliente-proveedor, buscamos una relación donde la colaboración fluya, visitando sus fábricas, entendiendo sus necesidades y sobre todo analizar sus capacidades para que sea el diseño un elemento estratégico para generar más y mejores negocios.
De igual forma, la actualidad de la ciudad habla sobre un interesante surgimiento de la economía creativa aplicada en diseño gráfico, diseño industrial y arquitectura. Se podría decir que el empresario o emprendedor regiomontano ha comenzado a entender como el buen diseño es buen negocio. Por otra parte, los mismos estudios y despachos creativos de la ciudad están en constante colaboración para complementarse y ofrecer proyectos integrales que den soluciones completas a las necesidades de los negocios en la ciudad y el país.
Monterrey hoy es reconocido como una foco internacional para el diseño gráfico, su arquitectura está jugando una parte importante en el futuro de la ciudad y el diseño industrial esta redefiniendo los productos de muchas empresas regiomontanas que lo necesitan para competir en el nuevo y más hostil mercado internacional.
Más allá de un simple proyecto de diseño, nuestro contexto se presta para comunicar la influencia de nuestro contexto local, ya sea por la industria, por los materiales como el vidrio, concreto y metal que tanto nos han caracterizado, y más importante, por el nuevo ecosistema creativo de las nuevas generaciones. Trabajar desde nuestro contexto local tiene que ser visto como una herramienta para crear diseño que trascienda y forje una nueva visión de nuestra ciudad.
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