La semana pasada visité la asombrosa Casa Prunes, un edificio estilo Art Noveau de la colonia Roma de México DF, hogar de Omelette, el estudio de Héctor Galván. Hace ya algunos años me enteré que este gran creativo es originario de Tampico (igual que yo) así que aprovechando mi estancia en la capital fui a platicar un rato con el acerca de su formación, su inspiración y algunos de sus muchos proyectos que le han brindado reconocimientos por todo el mundo. Mi intención era también tomar algunas fotos del estudio, pero cuando me dí cuenta ya era de noche, así que me quede con solo esta foto de mi llegada (las demás las saque de otros sitios).

Omelette esa cumpliendo 10 años y su portafolio refleja la habilidad de crear historias y conceptos fascinantes y traducirlos a diferentes medios, ya sea interiores, objetos, moda y hasta alimentos. Entre sus más destacados proyectos están los hoteles de grupo Habita en Playa del Carmen, El Deseo y Básico, en los cuales trabajo en su concepto, interiorismo y diseño de experiencia. Se podría decir que su trabajo en El Deseo lo catapultó a formar Omelette y ganar fama mundial por su excelente trabajo. En nuestra plática, Héctor me platico una historia increíble de cómo todo comenzó con un comentario para el cliente; “el deseo es color azul cielo…”

En varias ocasiones he comentado como recibo gran inspiración de gente que no necesariamente hace diseño de producto, ó que tiene una formación como tal. Héctor Galvan es una de esas personas. A una temprana edad dejó Tampico con la idea de estudiar arquitectura, y aunque esto sucedió, Héctor estudió y trabajo en cosas tan variadas como arte, artesanía, textiles y moda, pasando por varias ciudades de México y Europa, hasta terminar haciendo interiorismo en México DF. Por un periodo estuvo a cargo del departamento de diseño de moda en Centro, una escuela de Arquitectura y Diseño aquí en la ciudad.

Aunque el concepto del hotel Básico esta bastante claro, su estética siempre me había provocado una inquietud. Durante nuestra platica, Héctor me comentó como propuso manejar una imagen ligada con el Golfo de México y el petróleo para crear un espacio que hablara de nuestro país y su desarrollo y evitando el uso de objetos e imágenes trilladas. Al escuchar eso todo tuvo sentido, Tampico se manifiesta como fuente de inspiración en este hotel ganador de muchos premios y reconocimientos.

Algunos de los muebles que Omelette diseñó para el hotel Básico están siendo producidos por ellos mismos, como “el compadre”. Esta ingeniosa solución para la playa consta de un respaldo que se entierra en la arena.

Nuestra platica de varias horas termino con algunos de los planes para Omelette, y la búsqueda constante de Héctor Galván por satisfacer sus necesidades creativas. Después de escuchar estas historias pude relacionarlas con el famoso “Octalogo Omelette”.

Visitar la casa Prunes y platicar con Héctor fue una gran experiencia. No solo su trabajo y forma de pensar son de gran inspiración, el haber platicado con alguien que de alguna manera comparte mis raíces y logra ver más allá de la superficie fue aun más gratificante. Sea lo que sea que este en el futuro de Omelette, estoy seguro que continuará sorprendiéndonos a todos.

Más info:
www.omelette.com.mx