Designaholic | Nueva York 2012: Visitando el parque High Line

ARCHIVE

Nueva York 2012: Visitando el parque High Line

High Line es una antigua vía de ferrocarril elevada sobre el lado oeste de Manhattan que fue convertida en un espacio publico como ningún otro. Desde su apertura en 1999 hemos escrito en varias ocasiones del proyecto y sus respectivas ampliaciones, pero no fue hasta nuestro reciente viaje que pudimos vivirlo y comprender la magnitud del proyecto y su impacto en la ciudad.

La experiencia superó nuestras expectativas. Aunque habíamos visto increíbles fotos del proyecto, no es hasta que lo recorres que captas el gran labor social y de diseño que este proyecto conlleva. Después de estar casi al borde de su demolición en más de una ocasión, en 1999 un grupo de vecinos de la zona comenzaron a abogar por su restauración y transformación, pero no fue hasta el 2005 que lograron comenzar el trabajo de la primera etapa inaugurada en el 2009.

Originalmente abierto en 1934 con una increíble inversión, las vías del High Line conectaban fabricas y bodegas en Manhattan, llevando leche, carne y otros víveres a Manhattan sin crear trafico en la ciudad. Su rol en el desarrollo de Manhattan fue de suma importancia hasta la llegada de las carreteras inter-estatales en los 50’s que bajaron el flujo de los trenes hacia la ciudad, causando una demolición parcial en los 60’s hasta llegar su último viaje en 1980.

La estructura permaneció abandonada y en riesgo de demolición hasta que un grupo de ciudadanos formo Friends of the High Line, que buscaban preservar la estructura y convertirla en un parque publico. Después de ganar el apoyo de las autoridades, se llevo a cabo un concurso de diseño con más de 720 propuestas, de las cuales eligieron a James Corner Field Operations como paisajistas y Diller Sconfidio + Renfro como arquitectos, formando un equipo de expertos para el proyecto.

El diseño mantiene la estructura integra (reforzada como parte del proyecto) de las vías y toma inspiración de ellas en varios aspectos del parque. En muchas secciones las vías permanecen visibles y son utilizadas como un grid para el piso de concreto con cortes intencionales para que la vegetación crezca entre ellos.

 Bancas, camas, fuentes y miradores están colocados inteligentemente entre la vegetación creando una serie de espacios a lo largo del parque que atraviesa alrededor de 20 cuadras actualmente (todavía falta una tercera etapa por terminar).

También hay instalaciones y obras de arte dentro y fuera del High Line que acompañan el recorrido. 

En este viaje a Nueva York visitamos varias veces el parque, recorriéndolo de norte a sur y de sur a norte. Fue impresionante como el cambio de dirección altera tu experiencia en el recorrido. El impacto que ha tenido el parque se ve reflejado en las nuevas construcciones y revitalización de algunas de las zonas aledañas donde ahora podemos ver edificios modernos de arquitectos como Frank Gehry, hoteles como el Hotel Americano del Grupo Habita y próximamente el nuevo edificio del museo Whitney a cargo de Renzo Piano.

El High Line cuenta con fuentes de agua y esporádicamente hay algunos puestos de comida, bebidas y paletas de hielo (tan necesarias en el calor del verano). Aunque cuenta con un sin fin de espacios para descansar, el parque esta diseñado como un espacio que te motiva a recorrerlo. Si van a Nueva York, no pueden dejar de hacerlo, al menos un par de veces.

Más info:
www.thehighline.org

Escucha nuestros últimos episodios

Lo más relevante del diseño, cada semana. Suscribete a nuestro Newsletter