Emerge: El Diseño es Intangible
Este es uno de los puntos en que todos nos hemos encontrado, la reflexión que en su momento todos como diseñadores hemos hecho ¿El diseño es un bien o un servicio? ¿Cómo se vende y cómo se consume?
A pesar de que la respuesta parece ser obvia (para algunos), como diseñadores a veces situamos una línea muy delgada en cómo distinguimos y ejecutamos esta reflexión. Actualmente nos centramos más en cómo ser un diseñador que en cómo lograr buen diseño. No basta con tener buenas ideas, dibujarlas en una moleskine y subir el boceto a instagram. Debemos aprender a ejecutarlas, ponerlas a trabajar, darlas a conocer, gestionarlas, hacer que valgan tanto para el cliente como para el usuario.
¿La demostración del contenido sobrepaso al contenido mismo? Aparentemente así está pasando. Me he puesto a reflexionar en ocasiones respecto al tema y cada día se aprecia más que no importa lo que seas capaz de crear, de lograr o de proponer. Si no has expuesto tu trabajo en galerías o foros internacionales como si de una pieza de arte se tratase, tu trabajo en México nunca tendrá el suficiente valor. Aparentemente ésta es una de las formas de tangibilizar el diseño en nuestro país.
Es caro ser diseñador en un contexto actual bajo este enfoque: exposiciones y estadías internacionales que hacen crecer un currículum de exposición, no se deben cambiar por capacitación constante en metodologías de ejecución, conceptualización e interpretación que hagan crecer un currículum de conocimiento, habilidades y objetivos alcanzados. A final de cuenta, si nos enfocamos en ir a mostrar nuestra silla a Italia, la mayoría de veces en el mejor de los casos lograremos varios pedidos que tendremos que ver la manera de producir y hacer llegar al cliente, tal vez un buen contacto. Pero si nos enfocamos en aprender a solucionar problemas de diseño reales para empresas locales, las cuales ya tienen resuelto el tangibilizar y distribuir esas ideas, nuestra labor como diseñadores creo que tendría un mayor impacto. Lo malo es que la mayoría de veces, para que estas empresas presten atención debes tener 4 países en tu agenda de exposiciones en currículum, en un contexto donde el portafolio y currículum del diseñador debe parecerse mas a una agenda de viaje.
¿Es correcto entonces tangibilizar el diseño de tal manera? Se aprecia que vale más lo que el diseñador sabe demostrar, que lo que sabe hacer. Actualmente parece que sólo se debe tener un buen producto, un montón de relaciones públicas y buen contenido en redes sociales para “triunfar” en esta profesión, pero no vemos mas allá, en que eso son sólo herramientas en un contexto mayor. No se trata de crear el mejor bluff, si no de saber jugar de la mejor manera.
No olvidemos que somos diseñadores de producto, en teoría nuestro enfoque debería estar en aprender y ejecutar lo necesario para poder brindar servicio de diseño a clientes y que sean los clientes mismos los encargados de mostrar y presumir ese producto si lo diseñamos de una buena manera. Las relaciones públicas son muy necesarias, sí, pero creo que actualmente tenemos mas auto promoción que ejecución. No olvidemos todo el trabajo y el enfoque que hay detrás de eso. No solo es publicar por publicar, hacer por hacer. Todo debe tener un objetivo muy claro: que el diseño (como servicio, o como producto resultado de un servicio) llegue a más y más personas.
La autoproducción en diseño no sólo es que nos pongamos a lijar el mueble que venderemos, creo que en parte también hoy es la manera en que estamos pensando. Diseñar un perchero, una lámpara, para después exponerlo en un par de foros, aparecer en un par de revistas y que nos pidan un par de piezas, es un círculo cada día más vicioso que todos hemos ejecutado. Pero, qué tal si cambiamos un poco la metodología de trabajo, si ese esfuerzo lo enfocamos a buscar algún productor local o nacional que requiera diseño, pensar en sus necesidades, trabajar en una propuesta, posteriormente presentársela y hacer negocios con ideas, no con objetos. Si lo hacemos bien, esto podría significar el que más empresas nos busquen para prestar servicios de diseño que ellas mismas tangibilizarán y publicitarán, pagándonos por un servicio de diseño, cambiando un poco el esquema de juego.
Un médico presta un servicio intangible a un cliente (paciente) y el cliente confía en ese servicio. Si el médico no lo hiciera así, tal vez estaría vendiendo medicamento, o botiquines.
El diseño es más que el material, o el tipo que está detrás del material, creo que trata mas de propuestas, de ideas, de lo que logran esas ideas y de cómo se ejecutan.
Por Adolfo Navarro.