El Wagashi es el dulce tradicional japonés elaborado con pastel de arroz dulce, pasta endulzada y fruta, que se sirve con el té. Algo que no me deja de impresionar en Japón es el gran trabajo que hacen “diseñando” sus alimentos, y el Wagashi es la máxima expresión de esto. Los Wagashis que encuentras van de acuerdo a la temporada, ya sea en sus ingredientes o en su diseño.

El Namagashi es uno de los Wagashis más populares, y también uno de los más elaborados. Pueden adoptar formas de flores o combinar ornamentación con motivos de la temporada. Estos siempre se tienen que comer frescos ya que por la cantidad de humedad e ingredientes se pueden descomponer rápidamente.

Hace unos meses participé en un pequeño Workshops con un maestro del Wagashi con el que hicimos 3 piezas. Aunque no puedo decir que “ya se hacer Wagashi”, el tan solo ver a este experto trabajar con sus manos haciendo estas impresionante creaciones dulces fue fascinante.

La técnica parece sencilla, pero hacerla a la perfección es complicada. Girando con las manos y los dedos se busca envolver el frijol o arroz dulce (mochi) con la pasta de colores.

Al terminar este paso, se le da forma con herramientas especiales de madera y se termina de detallar con pequeñas formas de pasta de otros colores para lograr apariencia de frutas ó flores, por ejemplo.

También hay moldes con formas muy complicadas con los cuales alcanzan un nivel de detalle impresionante.

Se dice que el Wagashi es un arte que estimula los 5 sentidos con su apariencia, sabor, textura, esencia y el sonido del nombre de cada pieza, por lo general dando referencia a poesías japonesas. A mi me estimula el apetito.