Como cada año, miles de productos son lanzados durante la feria del mueble en Milán así que en lugar de hablar puntualmente de unos cuantos diseños, hemos decidido tratar temas que engloban ciertos estilos o tendencias que se hicieron notar en esta edición. La primera que abordaremos será el trabajo de la madera en diferentes piezas de muebles por compañías que se caracterizan por combinar el trabajo artesanal con tecnología para crear piezas de alta calidad y gran diseño.

La compañía italiana Mattiazzi ha generado una serie de piezas sorprendentes en los últimos años de la mano de diseñadores como los hermanos Bouroullec, Nitza Cohen e Industrial Facility. Este año presentaron otra colaboración más con este último estudio británico liderado por Sam Hecht. La colección de bancos Radice la da un giro con un diseño de tres patas, utilizando la pata trasera como respaldo y resolviendo detalles estructurales y funcionales.

El respaldo bajo en forma de “T” es ideal para colgar bolsos y abrigos, mientras que también ayuda a facilitar el traslado del mueble. La producción impecable de Mattiazzi deja cero tornillos a la vista.

Otra compañía que nos fascina en Designaholic es Maruni (vean aquí nuestros posts de nuestra visita a su fábrica en Hiroshima). Continuando bajo la dirección creativa de Naoto Fukasawa, Maruni presentó nuevas piezas por el diseñador japonés y el británico Jasper Morrison. Este último añadió una versión con descansa brazos a la línea Lightwood, mientras que Fukasawa creó una impresionante silla plegable para su colección Hiroshima.

Maruni también presentó una mesa para la colección Hiroshima y bancas por ambos diseñadores que retoman el concepto de un mueble común en Asia dándole un sutil refinamiento y producción en madera impecable.

Saliendo del estilo sencillo de la madera pura que utiliza Maruni y Mattiazzi, la compañía alemana e15 trabajó con Stefan Diez en la colección “This That Other”, un trío de sillas de peculiar estética que le da seguimiento a su colección Houdini de años atrás (vean aquí nuestro post).

Aquí la atención se vuelve al color y posibilidades de la madera domada, con formas geométricas sencillas que se intersectan para crear la estructura de esta silla.

El trabajo de la madera en el mobiliario de estas compañías es una mezcla de producción artesanal con alta tecnología, donde muchas veces el diseñador empuja los límites de lo posible en producción. La capacidad de las empresas de lograr crear “otra silla” que nos siga apantallando es un mérito a reconocer.