Magis es una de esas compañías que lo tiene todo: los mejores diseñadores, los proyectos más interesantes y los procesos más desafiantes. Podría decir que Magis no le teme a nada, por algo siempre es referencia en cuanto a innovación en procesos (Air Chair de Jasper Morrison) o simplemente a hacer algo excepcional con lo sencillo (Steelwood de los Bouroullec). Este año estreno varios productos que continúan con estas características que la hacen una de mis compañías favoritas.

La colaboración más novedosa fue con Marcel Wanders, quien se inspiro en el plástico duro de las botellas de agua mineral. Esta silla también pretende ser la más ligera con un peso de menos de un kilo.

Tom Dixon creó una silla con marco en aluminio o madera, con un asiento formado por una red de aluminio.

La silla Venice de Konstantin Grcic es una continuación a su exitosa chair one que hizo hace 5 años con la compañía italiana. Aunque este diseño también es en die-cast aluminum, su forma es mucho más suave y elegante que la moderna y geométrica chair one.

Jaime Hayon creo una silla de alambre con patas de madera que no se aparta de la tipología que el español comúnmente usa en sus diseños previos.

El italiano (favorito de Alessi) Stefano Giovanoni se inspiro en el vidrio veneciano para su Vanity Chair.

En cuanto a mesas, los hermanos Bouroullec estrenaron “central”, una mesita bistro de 3 patas que se puede apilar horizontalmente.

Claro que no podían faltar los icónicos perritos rotomoldeados por Eero Aarnio y otros diseños infantiles como la casita de Javier Mariscal.

Magis tiene una forma de hacer diseño infalible, siempre “le atina” por lo menos a lo que a mi me gusta.. y no me canso de decir que la silla de Thomas Heatherwick es lo máximo.

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