Sebastian Errazuriz es uno de esos creativos sin limites, creando objetos e instalaciones artísticas, así como muebles y productos de consumo. Este chileno radicado en Nueva York ha logrado mucho en poco tiempo, siendo catalogado por revistas como ID como uno de los talentos emergentes del panorama mundial.

Tengo que empezar por mi objeto preferido, su Piano Shelf. Este sistema de repisas esta compuesto por varias hileras de “teclas” verticales que bajan a una posición horizontal para poder ser utilizadas para colocar cosas. Un concepto funcional, practico en el sentido que ahorra espacio, pero sobre todo ingenioso.

El contar una historia es algo que Errazuriz logra con gran facilidad en sus objetos. Tea X Two es una, bueno mejor dicho dos, tazas que al estar unidas asemejan la forma de una taza normal. Un producto un tanto romántico, ya que solo puede ser compartido.

La mesa Bowl busca preservar la tradición de colocar un frutero al centro del comedor. Esta, como la mayoría de las piezas de Errazuriz es una edición limitada.

Una de las piezas mas conocidas por este diseñador es su lámpara Duck. La cabeza de un pato es sustituida por una lámpara, creando una bizarra luz de escritorio.

Otras piezas parecen ser el resultado de una improvisación, como su lámpara Swimming donde utiliza un flotador como mampara y 3 antenas como sus patas.

Su silla y banca Delta comunican movimiento en una pieza fija. Por medio de dobleces y refuerzos metálicos a la estructura de madera se logra un objeto visualmente ligero que requiere de tiempo para terminar de comprender.

El Santo es otra pieza que se inclina más por lo conceptual que por hacer un producto comercial. Creo que no requiere explicación.

Sebastian Errazuriz ha logrado crear un cuerpo de trabajo sólido basado en la experimentación artística y conceptual en sus productos. Alguien que de seguro nunca nos dejará de sorprender.

Recomiendo mucho su sitio, donde tiene todos sus proyectos
www.meetsebastian.com