El agua embotellada y las anti-botellas
En un Mercado inundado por miles de compañías vendiendo agua embotellada el diseño puede ser un plus muy importante para destacar. También puede ser un statement en contra de esta practica de vender algo que debería de ser gratis. Así que al diablo con la sexy botella de Ross Lovegrove, en este post solo hablaremos de las anti-botellas de agua. No hay mejor introducción al problema del agua embotellada que este video de la creadora de “the story of stuff”, Annie Leonard que ilustra y relata claramente como el agua embotellada engaña a los consumidores, contamina el planeta y muchas veces es menos limpia que el agua de la llave (en Estados Unidos y Europa obviamente).
Con la problemática expuesta, abordemos el tema del diseño que promueve el consumo del agua de la llave, o crea diseños que intentan eliminar el consumo excesivo de botellas de pet que dificilmente son recicladas (downcycle es el termino que buscamos).
El mejor ejemplo viene de un diseñador estrella, conocido por sus coloridos diseños y su filosofía de un mundo futurista lleno de curvas y tecnología, Karim Rashid. Su diseño “Bobble” es un filtro que purifica el agua mientras la tomas, ingeniosamente remueve cloro y otros contaminantes que puedes encontrar en el agua de la llave.
Este filtro se adapta a la mayoría de las botellas (también tiene su propio diseño de botella) y puede ser utilizado hasta dos meses o 150 litros de agua, ósea un aproximado de 300 botellas de agua (que no creo tomarme en ese periodo). Les dejo al señor Rashid explicando a detalle su diseño en el siguiente video:
Kairm no es el único ni el primero en prestar atención a este asunto, gente como Ravi Sawhney de RKS design han atacado el problema de otra forma. Ellos crearon la botella KOR ONE con la idea de reutilizarla, y con el hermoso diseño que idearon quien no va a querer rellenarla una y otra vez. Aunque su approach es un poco menos extremos que el de Karim, creo que es bastante viable pues cuantas veces no hemos rellenado cualquier simple botella PET para llevarla con nosotros.
La idea de filtrar el agua de la llave en la misma botella es utilizada en 321 que en su extraño diseño contiene un filtro de carbono que dura hasta 100 botellas o 50 litros. Su mecanismo es parecido al de una cafetera French press y se puede lavar en los lavatrastes automáticos.
El problema del agua embotellada es mundial. El coreano Junggi Sung creo una botella de plástico bio-disposable que nos grita el mensaje de mejor abrir la llave antes de comprar otra botella más.
Cuando realmente necesitas una botella para traer on-the-go, Vapur es la mejor opción. Esta botella (si es que le podemos llamar de esa manera) puede ser doblada para ahorrar espacio cuando vacía, te la puedes colgar y también la puedes rellenar fácilmente en el primer bebedero que te topes. Realmente una anti-botella.
Con un estilo más divertido, Pulp contiene 400ml en su forma de dona que tiene una estrella de mar como tapa. También te la puedes colgar y re-utilizar de la forma que quieras, el chiste es tener imaginación. Un porcentaje de su utilidad es donada para la conservación del mar baltico.
Al final del día la imagen positiva que te da estar tomando agua en lugar de un refresco puede ser convertida en una imagen negativa ahora que conocemos todo lo que va detrás de cada botellita de PET. El mejor diseño que encontre para “engalanar” tomar agua de la llave fue “Tap Water”, una botella de cristal con una forma poco moderna y con cero filtros. Un diseño simple, retro y con un mensaje muy claro.
Ahora solo queda en cada uno de nosotros poner de nuestra parte y dejar de consumir el agua embotellada y optar por otros métodos. Yo se que en latino America el agua de la llave no es del tono potable para tomar, pero el antiguo sistema de los botellones es mejor opción que las botellas PET. También hay filtros para instalar en tu hogar que si haces las cuentas te pueden salir mucho más barato que andar comprando botellitas a diario. Ya viene el verano así que a prepararnos para estos tiempos de calor… ¡salud!