Visitando la cuarta Bienal Iberoamericana de Diseño en Madrid
Comenzando a finales de Noviembre de 2014, la exposición de la cuarta Bienal Iberoamericana de Diseño reunió cientos de proyectos de más de 23 países en la Central de Diseño dentro del espacio cultural Matadero en Madrid, España. Acudimos a la semana de apertura donde además de apreciar la exposición, tuvimos la oportunidad de ver y participar en distintos eventos como mesas redondas, talleres y pláticas que el comité organizador realizó para acompañar el evento.
“La BID busca conocer y difundir en cada edición nuevas propuestas y recursos que ayuden a crear y desarrollar empresas, rompiendo esquemas y mejorando nuestros hábitos de vida y consumo.»
Dichos proyectos galardonados y exhibidos llegan de dos maneras a la Bienal, ya sea por la postulación de algún miembro del consejo o por inscripción via la convocatoria abierta. El jurado internacional evalúa proyectos en la categoría de Diseño de espacios e interiorismo, , Diseño industrial / producto, Diseño gráfico y comunicación visual, Diseño de moda, textil y complementos y Diseño digital.
La exposición por naturaleza tiene una gran variedad de proyectos, desde su producción hasta su comercialización. Vemos todavía gran inclinación hacia el diseño artesanal, y pocos proyectos que estén ligados con una industria en los países, lo cual nos hace cuestionar si en realidad este es el estado del diseño en Iberoamérica, o si la muestra no es verdaderamente representativa de lo mejor del diseño en esta región.
Más de 56 premios fueron entregados por la BID, que también generó una memoria impresa de los proyectos seleccionados. Al incluir varios proyectos de cada categorías de todos los países iberoamericanos, el documento impreso se convierte en un impresionante y abrumador catálogo, dentro del cual podemos ver muchos proyectos de gran calidad e impacto que no llegaron a la exposición.
Aquí algunos de nuestros favoritos que sí estuvieron presentes:
Si hablamos de la intersección entre lo tradicional y lo contemporáneo, el termo H20 por el estudio madrileño Noviembre es un claro ejemplo de cómo se pueden rescatar los oficios por medio del diseño. Vicente Porres y Susana Sancho trabajaron con un taller dedicado a fabricar botas (tradicionales para cargar vino en España) y rediseñaron el concepto para utilizar materiales y formas que la recontextualizan a un termo práctico y de uso rutinario.
La Casa Transportable APH80 es la pieza más impresionante de la exposición, tan grande que tuvo que ser situada afuera del espacio de la exposición. Producida por el despacho de arquitectura español Abaton, la APH80 es (otra) propuesta de una casa prefabricada; sencilla, robust, configurable y autosuficiente. Su tiempo de fabricación es de 6 a 8 semanas y su montaje no supera un día. Su costo es de 21mil euros, comparable con las propuestas que discutimos en nuestro post previo sobre el regreso de las casas prefabricadas.
Desde Perú, Walter Gonzales presentó su telar a pedal y telar manual didáctico, una perfecta intersección entre las nuevas tecnologías que han catapultado el DIY y los makers, con algo tan tradicional y artesanal como el telar. Los diseños de Walter son fáciles de armar y transportar, aparte de producirse económicamente con CNC utilizando materiales como acrilico y MDF.
La pieza que reconocimos inmediatamente por su éxito mediático fue la Petlamp por el Estudio de Alvaro Catalán de Ocón. Fabricadas en colaboración con artesanos a partir de botellas de plásticos PET, el diseño de Petlamp cambia un material de desecho fusionándose con una técnica textil de artesanía local, permitiendo así que la tradición se preserve y comercialice justamente. Petlamp capturó el ojo de importantes galerías y tiendas de diseño como Spazio Rossana Orlandi de Milán y el proyecto ha crecido internacionalmente colaborando con artesanos de diferentes continentes creando nuevas colecciones bajo el mismo principio.
De México vimos proyectos de Jacal Design, Moromori, Namuh, Sebastian Lara, Ofimodul, Casa Bosques, Casa Gutiérrez Nájera, Centro de Diseño de Oaxaca y Makech, aparte de otros incluídos en el catálogo que no estuvieron presentes físicamente en la exposición.
El programa de la semana inaugural de la BID estuvo muy completo y fue una buena experiencia ser parte de él ya que conocimos distintos creativos de varios países y como cada quien esta “luchando desde su trinchera” por impulsar el diseño en su país. Las similitudes son impresionantes, pero también es curioso ver como los creativos en países Latinoamericanos estan siendo más pujantes con sus iniciativas (privadas) que lo que pudimos apreciar del lado Español quienes han sido severamente afectados por la situación económica de su país.
Regresando a la Bienal, el evento y proyecto lo vemos como sumamente importante, no solo como promoción, si no como termómetro del diseño independiente. Usamos esa palabra porque a nuestra sorpresa no encontramos grandes nombres o marcas de las que hablamos continuamente en el blog, pero sí conocimos propuestas que obtienen poca cobertura por la prensa internacional. En su cuarta edición, la BID se presenta como una propuesta que solo puede crecer si los participantes crecen con ella, es decir, no solamente participan de manera virtual, también mandan sus proyectos y apoyan la exposición y difusión de la misma.
Estaremos pendientes de las próximas sedes de la exposición y la convocatoria para la quinta edición de la BID a llevarse a cabo en el año 2016.
*Para otra perspectiva de la BID, recomendamos este post por nuestros amigos de DI-Conexiones.
Más info:
www.bid-dimad.org