El trabajo de Dan Flavin (1933-1966) siempre me ha impresionado, y hace algunos años tuve la oportunidad de visitar una retrospectiva de su trabajo en el Palais de Tokyo de Paris, una de las mejores exposiciones a las que he asistido en mi vida.

Hay algo acerca de sus instalaciones de luz que me fascina, aunque no puedo describir exactamente que es ya que es más como un sentimiento que te invade cuando estas dentro de estos espacios.

Sus “monumentos a Tatlin” son de mi peculiar agrado, no solo porque son amante del constructivismo ruso, también por su humorística representación de edificios.

Sin duda Flavin fue uno de los exponentes más importantes de la escena neoyorquina de los 80’s, y su influencia se ha hecho notar en artistas contemporáneos como Ivan Navarro.

Este artista chileno chileno hace esculturas con luces fluorescentes que en repetidas ocasiones simulan objetos cotidianos. Sobre todo disfruto sus reinterpretaciones a sillas clásicas de la Bauhaus y De Stijl.

No se puede evitar ver una influencia directa del trabajo de Flavin, pero Navarro ha creado su propio estilo que lo ha llevado a exhibir en los museos más importantes y vender su trabajo en las galerías mas reconocidas.

El trabajo de ambos es punto y aparte de lo que conozco como arte contemporáneo. Sería interesante escuchar como ha cambiado la forma de trabajar con las luces fluorescentes de generación a generación.