Diálogos Fuera de Contexto: El Objeto
Esta es la primera columna invitada de Designaholic por nuestros amigos de Fuera de Contexto, quienes cada fin de mes tendrán nuevos diálogos para compartir con nosotros los adictos al diseño. “Fuera de Contexto” es un podcast en español por los diseñadores José de la O y Miguel Melgarejo con historias acerca de diseño, innovación y otros temas de suma importancia para las personas creativas.
Dialogo 1: El Objeto
8 de Enero 2014, Xalapa Ver.
José escribió:
Antes de empezar a leer esto, tienes que ver este video:
Acabas de ver mi escena favorita de la película Stranger Than Fiction. Me gusta mucho esta escena porque dice mucho sobre cómo nosotros podemos tener relaciones sentimentales con los objetos, y como es en este caso, también puede ser amor a primera vista.
Entonces, me pregunto… ¿Cómo hacer para diseñar objetos con los que pudiéramos relacionarnos sentimentalmente?
9 de Enero 2014, Delft, Holanda.
Miguel escribió:
«Relaciones sentimentales con los objetos» … me quedé observando esa frase, podría pasar por algo común, pero no lo es… yo me detendría primero a pensar qué significa tener relaciones sentimentales con objetos en un contexto de sociedades cada vez más individualistas. Me preocupa estar en un mundo en donde las personas tengan relaciones sentimentales más profundas con objetos e interfaces que con personas vivas (problema cada vez más evidente en lugares como salas de espera). Y me preocupa todavía más cuando son objetos conectados a redes que en apariencia son libres pero en realidad poco lo son.
Dejando crisis existenciales de diseñador por un lado te diría que creo que para crear objetos con los que las personas puedan conectar sentimentalmente hay que entender que las personas son entes vivientes dependientes de sus contextos. En otras palabras, como dijo Ortega y Gasset «Yo soy yo y mi circunstancia», si queremos diseñar cosas que conecten tenemos se tiene que lograr un nivel de empatía importante con la circunstancia y contexto en el que viven las personas.
Cuando la narradora explica lo que las guitarras le decían Harold en la tienda, lo que en realidad estaba haciendo era darle vida a la voz interior del personaje principal. Esa voz es la interpretación que Harold tiene sobre las reacciones que las diferentes guitarras despertarían en su contexto, en su circunstancia particular. Después de todo no es tan sorprendente que un hombre descontento, de mediana edad y con la mirada vacía de vida se proyectará y escogiera la guitarra que le gritaba «I Rock»…Al final el objeto (la guitarra) no es más que un avatar para cambiar y renovar su vida, darle una cachetada a su circunstancia, rockearla.
Contestando la pregunta en un enunciado: Entender el mensaje que las personas ansían dar en su circunstancia particular, esa es la clave, me parece. Después viene el reto de hacer este mensaje lo suficientemente particular y abstracto para que no solo una persona se identifique, sino masas y masas… Como la ves?
Enero 10 2014. México DF.
José escribió:
Pues si, luego puede sacar de onda esta relación sentimental que la gente puede tener con los objetos… o con su interfase (ya quiero ver la nueva peli de Spike Jonze!).
Pero al final, no es más fácil llevarte bien con tu guitarra que con tu novia? O con Siri? No veo tan mal como las relaciones personales están evolucionando.
Mucha gente critica los chats y mensajitos (por que dicen que son impersonales). Yo prefiero mandar un mensaje a un amigo para que saque la peda en vez de hablarle y tener una conversación innecesaria. En ese momento, la verdad, no quiero saber como esta, sólo la dirección y la hora de la pachanga (como tu dices, es importante la circunstancia).
Y si hablamos de relaciones con objetos e interfaces, al final lo que nosotros sentimos como «amor» sólo pasa dentro de nuestro cerebro ¿no? Nosotros somos los que asignamos emociones a las personas y cosas para entenderlas y por consecuencia, las empezamos a apreciar.
Yo no veo nada de malo enamorarte de un objeto… como este man, mira:
http://www.mirror.co.uk/news/weird-news/mechaphile-sex-thousands-cars-now-2356854
Crees que sería injusto negar su derecho a querer a sus máquinas????
Enero 12 2014, Delft, Holanda.
Miguel escribió:
Creo que sería muy injusto negar el derecho de cualquier persona a querer cualquier cosa, viva o muerta. Y me parece muy bien que quieras más a tu guitarra que a una muchachona, o que prefieras mensajearme que darme el privilegio de escuchar tu dulce voz por un auricular. O como el señor de la noticia que compartiste, meter más que combustible a los coches.
Lo que me preocupa no es la capacidad que tiene el diseño o diseñador de hacer objetos, productos e interfaces atractivas y empáticas con el ser humano. Lo que me preocupa es lo que se esconde detrás de estos productos y la poca atención y crítica que parecen recibir. Existe un positivismo (sobre hacia todo lo que sale de Sillicon Valley) que a mi parecer esta comenzando a resultar negativo. Para leer a alguien más inteligente y versátil elaborando este punto te recomiendo este artículo de Evgeny Morozov.
Creo que la pregunta que deberíamos de estarnos haciendo no es cómo hacer que la gente se enamore de ciertos productos; sino el cómo hacer para que lo haga de productos y objetos que sean beneficiosos para sí mismo y la sociedad en la que funcionan. (O al menos esto es lo que me interesa más en lo personal).
No creo que sea (solo) responsabilidad de los diseñadores, es más bien una responsabilidad de la sociedad, la manera en la que funciona y reflexiona sobre su desarrollo. Creo sin embargo que cada diseñador debe de estar consciente sobre el poder de su disciplina y formarse un criterio al respecto.
En otras palabras: Tener una buena razón para diseñar objetos de consumo antes de hacerlos y nunca dejar de nutrir esa razón.
Me desvié de la pregunta original… quizás ese es el poder verdadero de las preguntas.
Enero 12 2014, Xalapa Ver.
José escribió:
Así es Miguel, por eso una pregunta es más peligrosa que una respuesta…
Aunque muchas veces me considero a alguien a favor de los avances desenfrenados de la tecnología, el artículo que compartiste me puso los pelos de punta. Sigo creyendo firmemente que la tecnología nos hace más humanos… ¡Y ese es el gran problema!
En un mundo perfecto, la tecnología, los objetos que los resguardan y los sistemas en los que se desenvuelven, existen para aumentar el bienestar de la sociedad. O al menos esa es la intención. Pero, muchas veces, tener buenas intenciones puede salir contraproducente.
Las decisiones que tomamos nosotros los diseñadores, ingenieros y empresarios tienen un impacto en muchísimos niveles a través del tiempo. Estos impactos terminan por cambiar radical y exponencialmente el estilo de vida de las sociedades.
Dices que hay que tener una buena razón para traer un producto al mundo. ¿Pero no es el dinero LA MEJOR RAZÓN?
The Colbert Report
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Enero 15 2014, Delft, Holanda.
Miguel escribió:
No sé cual sea la mejor razón para traer un producto al mundo pero estoy seguro que el dinero no debería de ser una… y aquí podríamos entrar en un debate sumamente extenso, porque no es un tema fácil y afecta a áreas que están muy por arriba del diseño per se.
Mientras más nos informemos de cosas que no necesariamente tienen que ver con diseño, más seremos capaces de entender, tratar y empatizar con aquel ser extraño al que llamamos humano, el mundo que lo rodea y del mundo del que se hace rodear.
Más libros y menos facebook. Más documentales y menos series. Más debates y menos fotitos.
Enero 15 2014, Xalapa Veracruz,
José Escribió:
Word.
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