Automotriz: Ferrari VS Ford
En esta primera parte del año fueron revelados dos automóviles de alto rendimiento: por un lado la 488 GTB de Ferrari, del otro el Ford GT, presentados en color rojo y azul respectivamente. La rivalidad de estas dos compañías comienza a principios de los 60′s en un intento fallido de Ford por comprar a la escudería italiana. En ese momento el gigante americano se da a la tarea de hacer un coche de pista que derrote al campeón de las 24hrs de Le Mans del 60 al 65. Lográndolo en el 66, 67, 68 y 69, seguido por un negro panorama para la industria, dejando a Ford fuera de las carreras. El siguiente capítulo de la historia continua en el 2005 cuando J Mays lideraba Ford en la parte de diseño con su visión de Retro-Futurismo revive al Ford GT para competir contra la F430, diseño muy bien logrado donde es evidente el legado de Pininfarina. Al igual que en la ocasión anterior Ford deja la competencia por causa de la crisis. (En la imagen se ve como lucían la F430 en amarillo y Ford GT en rojo en el 2005).
El primero en presentarse fue Ford, con especulaciones generadas a partir de filtraciones, donde se daba a conocer el Proyecto Fénix. Parte de la unificación de los 3 departamentos de alto rendimiento de la marca, ahora llamado Ford Performance. La presentación se hace en el Autoshow de Detroit, con una estética compuesta de superficies simples con cortes angulado, una estética muy diferente al clásico de los 60´s y al retrofuturista de la década pasada, algo que se tardó un par de horas en ser asimilado.
Ya viendo como se conjugan las superficies y se traslapan en la parte trasera fusionando las polveras del frente (se podría decir que es la parte «dócil» del GT) con la parte trasera de la cabina creando esta separación entre ella y las salpicaderas, haciendo notar su carácter de carreras, dándose lugar para un poste C flotante, generando una continuidad entre volúmenes que forman una silueta prominente y de bajo perfil, dejando muy claro la nueva dirección de Ford. Mantener la tradición desprendiéndose de lo retro.
Ferrari presenta 3 semanas después, lo que hace diez años era la competencia directa del GT. Cabe mencionar que es el facelift de su antecesor, la manera que vimos los cambios entre sus tres modelos anteriores, es una evolución muy entendible, pero en esta ocasión rompe con esa delicadeza de los detalles funcionales convirtiéndolos en juegos de superficies depresivas para denotar el frente que la hace tener esa cara de enojo.
En el 2012 en una conferencia de Carlo Palazani, Lead Designer de Pininfarina en ese entonces, nos hablaba de los valores de marca: En un auto deportivo tienen que ser evidentes cinco volúmenes; cuatro enfatizando las llantas y uno la cabina. Mencionando el caso de la 458 Italia donde no se lograba del todo en la parte trasera, por un movimiento de lugar en las tomas de aire. Un cambio notable a primera vista ahora, es como se hacen unas enormes depresiones para la ventilación del motor. Que después de verlas un rato y entender cómo ayudan a regresar al Ferrari, para tener ese trasero prominente, donde es evidente los volúmenes de las llantas traseras, haciendo bastante atractiva a la 488 GT-B.
Estos dos autos siendo uno el segmento más vendido de Ferrari y el otro el superdeportivo de una de las compañías automotrices más grande del mundo, dándoles lugar como los pop de los superdeportivos, nos muestran como se ve la industria después de 7 años de la crisis, Del lado técnico ambos presentan motores biturbos: V6 de 3 litros en el Ford, y v8 3.9 litros en la 488. Dando mucho de que hablar, ya que decir un ford de tradición sin un V8 de enorme tamaño y un Ferrari con biturbo; Es algo, que hace un par de años sonaría como un insulto para los puristas.
Con esta Ferrari turbocargada, quedan en su catálogo solamente 2 de 5 modelos con un motor naturalmente aspirado, en el lado de Ford, ya se escuchan rumores diciendo que esta será la última generación de V8 de serie, esperemos sean movimientos bien planeados y no gritos de desesperación por mantenerse vivos, mucho menos en el caso de Ford, sea un presagio de una crisis como las dos ocasiones anteriores.
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