Después de la visita a Matsumoto regresé a la ciudad de Nagoya para empacar, al día siguiente viajaría a el lugar en dónde viviría por 6 meses más, la ciudad de Kioto.

Kioto es conocida mundialmente por ser uno de los destinos más famosos para visitar en Japón. La ciudad esta rodeada por templos, santuarios, calles antiguas y naturaleza; en contraste, también podemos encontrar edificios modernos, centros comerciales y bares en cada esquina. Ya nos habían contando un poco de Kioto desde que estábamos en la ciudad de Nagoya, nos contaban que es un lugar muy especial dónde la tradición y la modernidad se encuentran, lo que hace de Kioto un destino único.

La ciudad me recibió con un poco de lluvia, recorríamos las calles en el autobús mientras observaba por la ventana zonas residenciales por doquier, montañas alrededor, uno que otro templo esparcido a lo largo del camino y un río (lleno de distintas aves, tales como cuervos, aguiluchos, garzas y patos) que atraviesa la ciudad de norte a sur.

Llegamos a nuestros nuevos dormitorios, hicimos el papeleo correspondiente para la residencia y enseguida teníamos una junta con nuestros asesores del programa de diseño en la universidad en la que estaríamos trabajando en nuestros proyectos, el Instituto Tecnológico de Kioto. En la junta hablamos del plan de trabajo y lo que veríamos en nuestro programa; tendríamos una serie de visitas a los mejores talleres de diferentes oficios artesanales, algunas compañías de diseño contemporáneo y a sitios importantes de la zona a lo largo de toda la estancia, lo cual fue genial escuchar ya que no sabía a ciencia cierta lo que iba a suceder en los próximos meses.

El Instituto Tecnológico de Kioto (mejor conocido como KIT por sus siglas en inglés) es un lugar increíble para desarrollar tus habilidades como diseñador, ya que cuenta con todas las herramientas necesarias como áreas de fabricación de prototipos rápidos en el Kyoto Design Lab, dirigido por Julia Cassim, ex profesora del Royal College of Art, talleres y pláticas impartidas por diferentes personas como ex alumnos del RCA hasta grandes diseñadores y arquitectos como Dieter Rams, Naoto Fukasawa y Tadao Ando.

El primer día tuve la oportunidad de participar en una clase de maestría en la cual se estaba trabajando en un proyecto en conjunto con la compañía japonesa de objetos domésticos llamada MUJI, compañía reconocida por su concepto de “no marca” y por tener como director creativo a Kenya Hara y como encargado del diseño de productos a Naoto Fukasawa. Fue una gran experiencia trabajar con los alumnos y obtener feedback de los diseñadores que trabajan para esta gran compañía. Definitivamente es una de mis empresas favoritas en cuanto a diseño de producto por su simplicidad y asertividad en sus conceptos.

En fin, al parecer todo iba a ser una gran experiencia de mucho aprendizaje, desde el conocer desde su interior a una cultura tan distinta hasta el aprender sobre artesanía de cientos de años de tradición y como funciona el diseño en la actualidad en éste país. El inicio fue increíble, ¿qué sucedería mas adelante?

En las siguientes columnas hablaré específicamente de cada una de las visitas que he tenido a los distintos talleres, compañías y sitios importantes. Estén atentos que lo mejor apenas comienza.