Después de estudiar una carrera, es normal entrar en una etapa de “crisis existencial” y re-evaluar todas las opciones que tenemos a nuestro alcance. Muchas veces nos damos cuenta que aunque nos gusta lo que estudiamos, no nos apasiona, y este es el momento en el que podemos buscar un cambio usando todas las herramientas a nuestro favor.

Un caso muy inspirador, es el de la arquitecta ucraniana Dinara Kasko, quien después de terminar su carrera y empezar a laborar profesionalmente, se dió cuenta que su pasión era la gastronomía con un enfoque en los postres.

Usando sus conocimientos de arquitectura, modelado 3D y las diferentes tecnologías que tenemos a nuestro alcance, Dinara se ha enfocado en crear deliciosos postres con un toque bastante arquitectónico. Dinara empezó experimentando en su propia cocina, y fue ahí donde se dió cuenta que necesitaba enfocar sus talentos no en la arquitectura comercial, sino en el mundo culinario.

Dinara considera real que la forma de un platillo cambia completamente nuestra percepción de su sabor, y como en muchos otros ámbitos, la apariencia es de suma importancia. Sus procesos empiezan en un sketch que pasa a ser modelado en 3D usando programas paramétricos, para luego ser impresos en 3D y finalmente crear el molde que será usado en el postre.
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