Este proyecto nació un día que Joshua estaba cocinando y quiso medir una pequeña cantidad de líquido y sin importar el tamaño de la taza medidora, siempre había un gran porcentaje de error por la forma de las mismas: cuando uno mide un líquido en una de estas tazas, un milímetro arriba de la marca puede significar un alto porcentaje de error.

Este sin duda era un problema matemático que podría solucionarse fácilmente al cambiar la forma básica de la taza para que mantuviera la misma área de superficie y volumen tanto en pequeñas como en grandes cantidades.

Su forma, ahora patentada, es la forma óptima para que las medidas sean precisas, resultando en mejores recetas para quienes disfrutan de seguir las instrucciones al pie de la letra. Una mezcla perfecta entre un cilindro graduado y la taza tradicional de cocina.

 

Más info

https://euclidmeasuring.com/